25 de abril de 2024
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La mujer que puso en duda los atentados a las Torres Gemelas
La ganadora del Oscar como mejor actriz por "La vie en rose", acusó a EE.UU de haber prefabricado los atentados del 11-S. Dicen que le quitarán el premio
5 de marzo de 2008
La mujer en cuestión es Marion Cotillard, quien acusó a Estados Unidos de haber prefabricado los atentados del 11 de Septiembre.
"Han contado un montón de mentiras: me inclino por darle crédito a la teoría del complot, que me parece apasionante", explica la estrella francesa en una entrevista puesta en Internet sin demasiada fanfarria hace un año en el canal Paris Première, ahora recuperada por el sitio francés Marianne2 (de la revista Marianne ) y relanzada por varios blogs ingleses y norteamericanos.
"Las torres, terminadas en 1973, eran edificios obsoletos y costosos, y convenía destruirlos antes que restaurarlos", teoriza la estrella, ex vocera de Greenpeace y ambientalista convencida.
Pero eso no fue todo: "¿Hemos visto otras torres del mismo estilo con las que chocaron aeronaves, que se incendiaron", se pregunta. "Una torre en España ardió por 24 horas y no colapsó. Ninguna torre se colapsa, salvo en Nueva York, donde hacen falta unos pocos minutos para que se colapse todo".
Para complicar aún más la política de acercamiento a los Estados Unidos propuesta por el Eliseo, Cotillard sacudió también a la cúpula de la Nasa, al poner en duda la llegada del hombre a la Luna en 1969: "¿El hombre llegó verdaderamente a la Luna? -dijo, escéptica-. He visto un montón de documentales que me han dejado perpleja, porque no creo en todo lo que me dicen".
Esa versión ha llegado a la blogosfera -en YouTube, el video ha sido muy visto por los cibernautas- haciendo replantear el futuro de la estrella en la meca del cine.
Para reparar el entredicho, la actriz fue defendida por su abogado, Vincent Toledano, que aseguró que su representada estaría "consternada por la interpretación que se le dio a viejos dichos, ahora descontextualizados".
Mientras Cotillard está lista para volar a Chicago para incorporarse a Public Enemies -su primera superproducción hollywoodense, acerca de la historia de un gánster y en la que también actúa Johnny Depp-, corre la voz de una posible petición para quitarle el Oscar.
Aunque ilegal en la práctica, la iniciativa basta para ponerla en un cono de sombras, al comprometer su futuro como una nueva Brigitte Bardot en los Estados Unidos.
El fantasma de un boicot no parece preocupar demasiado a la actriz que en la entrevista dice "no tener ningún interés de dinero o prestigio". "No alimento ambiciones anglosajonas -agrega-. Y prefiero elegir los papeles que me proponen."