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26 de abril de 2024
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Aerolíneas quiere subsidio y aumentar tarifas o deja de volar
Le dio un ultimatum al Gobierno. Dejarían de volar a menos que les permitan aumentar los precios o reciban un subsidio por el combustible que consumen sus naves
12 de marzo de 2008
Así está el panorama. Subsidio, aumentos o Aerolíneas Argentinas/Austral dejaría, en tan sólo tres meses, de volar en Argentina. Ese es el punto final que la empresa le puso al tema ante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

La empresa, que concentra 80% del mercado aerocomercial argentino, tuvo muy malos resultados de venta durante le verano: los seis meses de mayor ocupación fueron malamente afectados por los conflictos sindicales, que dejaron aviones en tierra y miles de pasajeros varados y enojados e hicieron perder un millón de dólares por día a la compañía.

Así lo informó el diario Ambito Financiero, que adelanta que los ingresos de ese período siempre sirvieron para capear el semestre de temporada baja, pero esta vez no podrá ser así y la perspectiva para el futuro inmediato entonces es más que preocupante.

Fuentes del mercado indicaron al matutino que los españoles del Grupo Marsans -accionista mayoritario de Aerolíneas- cifrarían en el viaje del canciller español Miguel Angel Moratinos y su reunión con Cristina de Kirchner sus últimas esperanzas de obtener al menos algunas de las medidas prometidas por el matrimonio presidencial desde hace varios años.

A pesar de que el grupo chileno LAN vino al país con un plan de inversiones a largo plazo que admitía números rojos en sus balances durante un tiempo, de ninguna manera preveían perder entre u$s 1 y 2 millones mensuales en temporada alta, que fue lo que sucedió.

En el mercado es un secreto a voces que el gobierno nacional habría sondeado a LAN para que -en caso de producirse una crisis grave en Aerolíneas- asumieran el rol de principal transportadora aérea del país.

A pesar de competir, LAN y Aerolíneas padecen el mismo problema: el combustible aéreo (JP1), único no regulado del país, subió 836% desde 2001; los salarios, en el mismo período, treparon 220%, pero las tarifas fueron ajustadas un promedio de 42%.

"Así no hay ecuación que cierre", admitió Pablo Querol, vocero de LAN a Ambito Financiero. "Necesitamos un reajuste tarifario de manera urgente, porque no sólo se compromete el plan de inversiones sino la propia operación diaria de la compañía".

El ejecutivo cita también un estudio hecho por una empresa de tarjetas de crédito, en el que compara el costo promedio por milla volada en el mundo. La Argentina, con u$s 0,40 por milla, es el más barato del planeta; países comparables como Perú, Brasil, Chile o Colombia tienen un costo promedio de u$s 1,60 por milla. Así, un Aeroparque/Córdoba cuesta promedio u$s 90 ida y vuelta; Santiago de Chile/ Concepción (trayecto similar), u$s 240.

Por eso, Gerardo Díaz Ferrán -que a su condición de accionista de Marsans le suma la presidencia de la influyente central empresarial española CEOE-habría mantenido una reunión con el canciller Moratinos en la que poco menos que le habría implorado que interceda ante el gobierno argentino. Si el funcionario del reelecto socialismo atiende el ruego de Marsans, se sabrá dentro de pocos días.

Mientras tanto, el controvertido secretario de Transporte Ricardo Jaime insistiría-con la "opción Cirigliano-": se sabe que el Grupo Plaza es el candidato del funcionario cordobés devenido patagónico para reemplazar a los españoles al frente de Aerolíneas.

Sin embargo, el accidente sufrido por un micro de El Rápido Argentino, controlada por la familia Cirigliano, hace al menos por estos días casi impensable el impacto social que tendría semejante recambio.

También hay otros empresarios (el grupo de Eduardo Eurnekian, el ex Torneos y Competencias Carlos Avila) que habrían sido sondeados por funcionarios de diversas áreas como posibles "continuadores" de Marsans. Mientras tanto, el mercado aéreo argentino corre serios riesgos de desaparecer.

A este cúmulo de problemas debe sumársele que desde el 1 de marzo los siete gremios de Aerolíneas Argentinas dejaron de discutir "paz social a cambio de más inversiones" para abocarse a su actividad principal: pedido de aumentos salariales en línea con la inflación "real" (no la del INDEC).