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Nicolas Sarkozy quiere boicotear los Juegos Olímpicos
El presidente francés adelantó que estudia no asistir a la ceremonia para presionar a Pekin. Así se abrió un fuerte debate sobre la politización del deporte
26 de marzo de 2008
Cuando no anda en líos de polleras, al presidente francés se le da por meterse en algún lío político internacional. Ahora es el turno de los Juegos Olímpicos que se realizarán en China.

Cuando faltan cinco meses para el inicio del evento, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró ayer que no descarta la posibilidad de boicotear la ceremonia inaugural del evento por la crisis en el Tíbet, y abrió así un fuerte debate en la comunidad internacional sobre si los Juegos deben politizarse o no.

Tras la advertencia de Francia, la Casa Blanca, sin embargo, ratificó que el presidente George W. Bush asistirá a la apertura del evento, a las que describió como "una oportunidad para que los atletas expresen su talento" y China muestre al mundo "su mejor cara".

La Unión Europea (UE), por su parte, debatirá hoy en el Parlamento Europeo la situación en el Tíbet, y se espera que tras la sesión divulgue la postura que adoptará en relación con los Juegos Olímpicos pese a que el tema provoca una fuerte división en el bloque.

El gobierno de Pekín, en tanto, cuestionó con dureza la posibilidad de un boicot y rechazó de plano "que países o personas politicen las Juegos", al tiempo que añadió que "el Tíbet es una cuestión interna de China, para la que no cabe ninguna intervención extranjera".

Para Pekín, los Juegos Olímpicos constituyen una gran oportunidad de ganar legitimidad ante la comunidad internacional, y un boicot echaría por la borda los esfuerzos por mejorar su imagen.

Desde la ciudad de Tarbes, Sarkozy dijo ayer que no descarta ausentarse de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, prevista para el 8 de agosto.

"Todas las opciones están abiertas, pero yo apelo al sentido de la responsabilidad de los líderes chinos", disparó el mandatario.

Por su parte, los atletas que participarán en los Juegos descartaron por el momento recurrir a un boicot para protestar contra la violencia en el Tíbet. "Los deportistas no deben solucionar los problemas políticos. Para eso están los gobiernos", opinó el presidente de la Federación Francesa de Atletismo, Bernard Amsalem.