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De los Forzosos a Los Matadores, equipos inolvidables
Cada equipo que marcó un hito en el club tuvo su denominación. Algunos fueron campeones otros no
1 de abril de 2008
Con el nacimiento de San Lorenzo de Almagro llegó unido como un cordón umbilical el mote de “Los Forzosos de Almagro”, la denominación como se hicieron conocer hace más de 100 años los chiquilines que copaban la calle 33 Orientales en Boedo para jugar al fútbol.
“Somos los Forzosos porque estamos dispuestos a ganar siempre y queremos dar muestra de pujanza”, repetían por aquellos días de 1908 los protagonistas de la piedra fundacional del club de Boedo.
Así se los conoció por la época amateur y llamativamente, siete décadas después se reavivó este apelativo para el club cuando la entidad “azulgrana” vivió uno de sus peores momentos económicos.
Entre 1986 y 1990 el equipo estaba en convocatoria de acreedores, con la quiebra muy cercana, sin cancha, sin dinero, sin camisetas para jugar y sin agua en los baños de la ciudad deportiva donde debían entrenar los jugadores profesionales.
Sin embargo en ese lapso, los equipos de San Lorenzo peleaban campeonatos, participaron en Copa Libertadores y fueron protagonistas del fútbol argentino. En la mala, volvieron los “Forzosos”.
Luego del primer título de 1933 que se ganó con la reafirmación de ser “azulgranas” llegó el inolvidable conjunto de 1946 que arrasó a sus rivales ganó el título con cinco puntos de ventaja y una delantera que convirtió 90 goles. Allí nació “El Ciclón”.
A partir de esa campaña y una gira extraordinaria por Europa en 1947 a San Lorenzo se lo conoció como “El Ciclón” por ser un “ciclón de goles que soplaba a costa de los goles de la tripleta de oro” (René Pontoni, Rinaldo Martino y Antonio Farro).
En la década del sesenta, entre 1964 y 1965 se formó un grupo de juveniles en el club que llegó a primera y con su desenfado para jugar al fútbol se ganó el mote de “Los Carasucias”.
Eran Héctor Veira, Narciso Doval, Fernando Areán, Roberto Telch y Victor Casa, que no ganaron títulos pero fueron revolucionarios para su época. Los “locos lindos” de los sesenta.
En 1968, se construyó de la mano del brasileño Elba de Paula Lima, conocido como “Tim”, un equipo invencible que ganó el título del Torneo Metropolitano en forma invicta. Eran "Los Matadores", quienes ganaron su zona con 12 puntos de ventaja sobre el escolta y en la final derrotaron primero a River y luego al campeón del Mundo: Estudiantes de La Plata.
Luego estos nombres símbolos se repitieron para otras hazañas y logros más cercanos en el tiempo, pero siempre, con el sello de ser San Lorenzo de Almagro, el rey de Boedo.