Los tres mil policías dispuestos en las calles de París no pudieron contener a los manifestantes contra la represión china en el Tíbet y el recorrido de la antorcha de los Juegos Olímpicos se volvió caótico. A raíz de las protestas, la llama fue apagada para su protección y encendida nuevamente. Al menos cinco personas fueron detenidas.

La llama, símbolo de los Juegos Olímpicos de Pekín, había iniciado su recorrido por París en la torre Eiffel. Agentes de la Policía y guardaespaldas rodearon al ex atleta francés Stéphane Diagana, el primero de los 80 relevistas que debía llevar la llama a lo largo de 28 kilómetros.

En el arranque mismo del recorrido, en la orilla izquierda del Sena, cientos de personas que protestan contra el gobierno de China -donde se celebrarán los Juegos en agosto próximo- chocaron con los agentes de seguridad. Hubo forcejeos, empujones y cinco manifestantes detenidos.

A raíz de esta situación, la llama olímpica fue extinguida para su protección por los agentes de policía y el recorrido de la antorcha por París tuvo que ser interrumpido.

La marcha se reanudó con el tenista Arnaud Di Pasquale, pero no duró mucho tiempo. Otra vez, la antorcha tuvo que ser apagada y resguardada en un micro de la organización.

En estos momentos, la antorcha es llevada por un corredor fuertemente custodiado. El dispositivo de seguridad, que incluye a 3.000 agentes, pretendía evitar incidentes como los que se registraron ayer en Londres.

En la capital británica, manifestantes pro tibetanos intentaron apagar la llama. Hubo incidentes con la Policía y 36 personas resultaron detenidas.