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20 de abril de 2024
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El FMI quiere que Argentina acuerde con el Club de París
Desde la presidencia de Néstor Kirchner la Argentina rechaza la participación del Fondo en esas negociaciones. Pero, según la norma, debe someterse a su evaluación
14 de abril de 2008
La primera "ayuda" vino del Tesoro, que se ofreció a colaborar para que la Argentina completara al fin la demorada reestructuración de su deuda en default con el Club de París. Ahora, es el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien le envió un guiño al Gobierno.

Según la delegación argentina, Strauss-Kahn optó por el pragmatismo en su encuentro bilateral con el ministro de Economía, Martín Lousteau. Se ofreció a colaborar con la Casa Rosada para avanzar en una solución con el Club, aun si eso implica que el Fondo resulte "prescindente" durante las negociaciones más urticantes.

"Lo importante para la Argentina es que se avance con el Club", habría dicho el sucesor del español Rodrigo de Rato al frente del Fondo Monetario, según publicño el diario La Nación. En la práctica, sería un paso más dado en la misma línea que la anticipada esta semana por el gobierno norteamericano, tanto en Buenos Aires como en esta capital.

De acuerdo con la llamada "norma de Evian", aprobada por todos los países socios del Club de París, si un país desea reestructurar su deuda irregular con el Club, debe antes someterse a una revisión del Fondo, cuyos expertos determinarán si su marcha económica es sustentable y, por lo tanto, si el plan de pagos propuesto es factible.

Desde la presidencia de Néstor Kirchner la Argentina rechaza la participación del Fondo en esas negociaciones, aun cuando eso implique que los 19 países socios del Club deban aprobar una excepción a los parámetros de Evian.

En el Gobierno insisten en un cerrado rechazo a someterse a una auditoría del FMI, aunque no descartan una eventual opción intermedia. Esto es, que esa evaluación quede en manos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -en cuyo directorio el país tiene más peso accionario- o incluso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

"Para nosotros, lo que dijo Strauss-Kahn en la reunión con Lousteau implica una diferencia cualitativa con la posición que tenía hasta ahora el Fondo", comentó uno de los funcionarios de la comitiva que anoche retornó a Buenos Aires.

La visión que impera en el Gobierno es que Rato tenía "entre ceja y ceja" al país, dadas las políticas heterodoxas seguidas, pero también por la confrontación pública que protagonizó con Kirchner, algo que comenzó a cambiar, siquiera de manera paulatina, con la llegada de Strauss-Kahn al máximo cargo del Fondo.

De acuedo publicó La Nación, durante la reunión del domingo, el funcionario francés también ofreció otros gestos para mantener un diálogo aceptable. Por un lado, preguntó sobre las retenciones, pero sin una carga crítica, siempre según las fuentes argentinas, y optó por ni preguntar acerca de las cuestionadas estadísticas oficiales que difunde el Indec sobre la inflación local.

Acompañado por el director del Fondo para el Hemisferio Occidental, Anoop Singh, Strauss-Kahn tampoco llevó al encuentro preguntas sobre la deuda que la Argentina mantiene en cesación de pagos con los acreedores internacionales -los llamados holdouts -, otro eje que generó chispazos entre ambos frentes durante varios años.