Desde hoy rige la suba del 18% que la Secretaría de Transporte autorizó en las tarifas de los vuelos de cabotaje, en lo que constituye la segunda suba desde la devaluación de 2002.

El aumento fue dispuesto a través de la resolución 257/08 de la Secretaría de Transporte, que fue publicada en el Boletín Oficial.

La medida fue acompañada con la publicación de un nuevo cuadro tarifario para treinta rutas entre Buenos Aires y las principales ciudades del interior, y otras siete que unen Córdoba con otras provincias. En la resolución además se dispuso que en los tramos que no figuren en el listado difundido ayer la nueva tarifa será aplicada tomando en cuenta la correspondiente a una ruta de una distancia similar.

A partir de la hora cero de hoy la tarifa máxima para volar a Bariloche pasó a costar $ 503, mientras en la ruta a Córdoba trepó a 281 y a Mendoza, a 363. Todos estos precios corresponden a las tarifas máximas que aplican las aerolíneas, a las que hay que sumar los impuestos y las tasas que componen el precio final que termina el pagando el pasajero.

En la resolución se explica que desde agosto de 2006, cuando se había autorizado el aumento anterior, "se han producido incrementos significativos en los costos de las empresas de transporte aéreo, en particular los costos de combustible aeronáutico, producto de contingencias internacionales y locales, como también en los costos laborales, consecuencia de actualizaciones salariales".

La medida fue recibida con cautela por los empresarios del sector, que reclamaban una suba en las tarifas sensiblemente superior. "El aumento es bienvenido, pero no alcanza para cubrir el incremento de costos, como lo señala la propia resolución, que aclara que es a cuenta de futuros aumentos y ratifica el estado de emergencia vigente" para el sector, señaló el presidente de la Cámara de Líneas Aéreas de la República Argentina (Clara), Diego Fargosi.

El aumento tendrá un impacto menor en el índice de inflación, ya que el rubro transporte aéreo está englobado dentro de la categoría "taxis y otros medios de transporte", que tiene una incidencia total del 1,3% en el indicador que se utiliza para medir el costo de vida.

Desde hace varios meses las aerolíneas vienen reclamando una suba mucho mayor, del orden del 40%. Las empresas además quieren que el Gobierno implemente algún tipo de subsidio para financiar la compra de combustible, porque los últimos aumentos en el precio internacional del petróleo ya representan el 50% de los costos de las líneas aéreas.

Hoy por la mañana los empresarios del sector tendrían la oportunidad de trasladar esos reclamos al secretario de Transporte, Ricardo Jaime, ya que en principio está programada una reunión entre las autoridades del sector y las cuatro aerolínea que cumplen en la actualidad vuelos de cabotaje: Aerolíneas Argentinas, LAN Argentina, Sol y Andes. En las aerolíneas sostienen que para alcanzar el punto de equilibrio necesitan un aumento de por lo menos el 25%, pero igualmente se mostraron esperanzados en obtener algún tipo de concesión adicional por parte del Gobierno.

"En los últimos dos años nuestros costos aumentaron un 70 por ciento por las subas en el combustible y los aumentos salariales. A esto se suma que los gremios están reclamando para este año un incremento del 35 por ciento", se quejan en una de las principales compañías del sector.

El primer objetivo que tienen las líneas aéreas es que el Estado nacional les otorgue un subsidio para la compra del combustible JP1, que utilizan los aviones.

La propuesta que las aerolíneas ya le presentaron a Jaime incluye que las empresas paguen por el combustible el mismo precio que abonaban hace dos años -entre US$ 0,55 y 0,58 por litro- y que el Estado se haga cargo de la diferencia con el valor del mercado, que hoy ronda el dólar.

El segundo pedido que harán las aerolíneas es que el Gobierno avance con un paquete impositivo específico para el sector. En este sentido, las empresas impulsan un proyecto de ley para poder utilizar libremente los saldos técnicos impositivos que puedan existir (el IVA, por ejemplo).

Además, buscan que se las exima del pago del IVA para la adquisición de aeronaves, repuestos o para contratar leasing de aviones o seguros para ellos.

Las aerolíneas de cabotaje se manejan con un esquema de bandas tarifarias desde 2002 y en poco más de seis años sólo obtuvieron la autorización para recibir un aumento promedio del 20% en agosto de 2006. Las empresas también se quejan de que las tarifas de los vuelos de cabotaje en la Argentina son las más bajas de América latina y el Caribe, y en este sentido destacan que en los vuelos domésticos locales se paga un promedio de US$ 0,40 por milla, contra un promedio regional de 1,20.

Las aerolíneas sostienen además que la falta de actualización de las tarifas es la principal causa de la crisis que enfrenta el mercado aéreo argentino, con cada vez menos vuelos y ciudades importantes que se quedaron sin cobertura.