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23 de abril de 2024
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Berlusconi polémico: le declaró la guerra a los ilegales
El flamante primer ministro de Italia adelantó que cerrará las fronteras a la inmigración clandestina. Prometió combatir a los criminales, que calificó de "ejército del mal"
16 de abril de 2008
El día después de su victoria absoluta en el Parlamento, el futuro primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, manifestó que una de las prioridades de su gobierno será la lucha contra la inmigración ilegal a través del cierre de fronteras y anunció duras medidas para combatir a los criminales, que calificó como un "ejército del mal".

"Una de las primeras cosas para hacer es cerrar las fronteras y establecer campos para identificar a los ciudadanos extranjeros que no tengan empleo y se vean obligados a entrar en la vida del crimen", dijo el líder de derecha, de 71 años, según publicó el diario La Nación.

"En segundo lugar, necesitamos más policías locales que constituyan un ejército del bien en las plazas y calles para que se interpongan entre los italianos y el ejército del mal", agregó, en una larga conferencia de prensa en la que se mostró exultante.

Pese a que se preveía un resultado ajustado en el Senado, el Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) obtuvo una victoria neta, por más de nueve puntos, sobre el Partido Democrático (PD), de centroizquierda. Esto fue posible gracias a su alianza con la Liga Norte, un partido ex secesionista y xenófobo. Liderada por Umberto Bossi, que pese a haber sufrido un derrame cerebral que lo semiparalizó fue capaz de movilizar al electorado del próspero nordeste del país, la Liga Norte obtuvo 65 diputados y 25 senadores.

No por nada el Cavaliere, que anunció que las primeras dos "emergencias" que enfrentará son la crisis de la basura de Nápoles y el rescate de Alitalia, adelantó que tendrá mano dura con los inmigrantes clandestinos, y prometió hacer respetar la restrictiva ley antiinmigración Bossi-Fini, aprobada en su anterior gobierno (2001-2006).

Estos anuncios no hicieron más que confirmar los temores expresados por diversos analistas, que sostienen que el excelente resultado de la Liga Norte condicionará el próximo ejecutivo de Berlusconi.

Ayer lo volvió a advertir Walter Veltroni, candidato del derrotado PD y flamante líder de la oposición, que hasta vaticinó que con un aliado así el futuro gobierno de derecha no iba a durar cinco años en el poder.

"La Liga nunca mandó en cinco años de gobierno, y más allá de su lenguaje algunas veces rudo, es muy leal y razonable", se defendió Berlusconi.

"Este es un momento importante de la vida política italiana", dijo el magnate de los medios de comunicación, que subrayó que había habido un "terremoto" en la geografía política del país.

Los resultados de las elecciones anticipadas del domingo y lunes, en efecto, barrieron de un plumazo a decenas de pequeños partidos, lo que simplificó enormemente la compleja vida parlamentaria italiana, ahora dominada solamente por dos grandes partidos: el PDL y el PD.

"La tan vituperada ley electoral funcionó. Desaparecieron la izquierda extrema y la derecha extrema; habrá tres grupos parlamentarios en el Senado, y cuatro en la Cámara de Diputados", dijo Berlusconi, radiante.

"Es una maravilla que hará que el Parlamento funcione", exclamó, al aludir a la fragmentación política que caracterizó el impopular gobierno de centroizquierda de Romano Prodi, que colapsó en enero después de 20 meses de peleas internas.

Consciente de la mala situación económica de los italianos, el ex premier volvió a prometer que abolirá el impuesto a la primera vivienda y a las horas extras, y que aumentará las pensiones más bajas.

Además, dijo que ayudará a los jóvenes y a las familias con exenciones fiscales, y que dará un bono de 1000 euros por cada niño que nace, algo que ya había hecho en su anterior gobierno.

Aseguró que emprenderá grandes obras de infraestructura, que modernizará la justicia, que reorganizará la administración pública, que luchará contra la evasión fiscal, que reformará la educación, y que, "si las cuentas del Estado lo permiten", eliminará más impuestos, como, por ejemplo, el que afecta las herencias.