El precio del barril de petróleo de la OPEP registra hoy su cuarto récord histórico consecutivo. Se cotizaba a 107,63 dólares, 0,98 dólares más que ayer, según informó hoy en Viena el secretariado de la organización petrolera.

Desde principios de mes, el barril, usado como referencia por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se encareció en 11,88 dólares, un 12,4 por ciento.

La fuerte escalada es similar a la que registran los crudos de referencia para Europa y Estados Unidos, el Brent y el Petróleo Intermedio de Texas. Coincide además con una persistente depreciación del dólar frente al euro y otras divisas.

La incertidumbre sobre la evolución de la economía mundial ante lo que, según los expertos, cada vez se parece más a una recesión en los Estados Unidos, impulsa a los inversores a volcarse masivamente a materias primas como el petróleo, el oro y algunos alimentos.

Las alzas también responden a que las reservas de petróleo de EE.UU. bajaron durante la última semana en 2,3 millones de barriles, un 6 por ciento menos que el año pasado.

En este sentido, la consultora JBC Energy señaló que �la sorprendente reducción de los inventarios de crudo en los Estados Unidos, la abrupta caída del nivel de las reservas de nafta y el bajo ritmo de utilización [de refinerías] en el país, así como la debilidad del dólar siguen determinando el mercado".

Por otra parte, tanto en Londres como Nueva York, la cotización de petróleo caía hoy después del récord de más de 115 dólares el barril que registró ayer.

En Londres, el crudo Brent bajaba 70 centavos y se comerciaba a 111,73 dólares el barril. Ayer, esa plaza había registrado el tope histórico de 113,38 dólares.

El crudo estadounidense, en tanto, se cotizaba a 114,20 dólares el barril, luego de haber marcado el máximo de 115,54 dólares.

Los factores que en los últimos días apuntalaron el precio del crudo siguen latentes: una escasa capacidad de inyección adicional en el mercado mundial, un lento crecimiento en la producción de los países que no integran la OPEP y una fuerte demanda en economías emergentes que compensa el declive que ha registrado el consumo en naciones industrializadas.