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19 de abril de 2024
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Acusado de fraude, renunció el presidente de Samsung
El titular de la empresa multinacional tecnológica, Lee Kun-hee, se alejó del mando acusado de fraude fiscal por US$ 115 millones y abuso de confianza
22 de abril de 2008
El presidente de la empresa multinacional tecnológica surcoreana Samsung, Lee Kun-hee, renunció hoy acusado de fraude fiscal por 115 millones de dólares y abuso de confianza.

"Presento mis más profundas excusas por las preocupaciones que le di a la nación y asumo la plena responsabilidad de todo esto", dijo en un mensaje por cadena nacional de radio y televisión y con voz quebrada, Lee, de 66 años.

Lee estuvo dos décadas al frente de Samsung, la corporación de 70 años de vida, cuyo valor equivale al 20% de las exportaciones surcoreanas y es considerada "un estado dentro de otro estado".

Un equipo de fiscales especiales había acusado a Lee el jueves pasado, según publicó LANACION.COM, evitando la orden de arresto, por evasión fiscal y violación de confianza, exponiendo a la empresa, que tiene actividades desde construcción naval a seguros, desde vestimenta a microprocesadores, y donde brilla mundialmente la estrella de Samsung Electronics.

La Fiscalía había explicado que el arresto de su titular habría causado "enormes perjuicios" de gestión a la empresa multinacional y repercusiones negativas a "nuestra economía" en el marco de una crisis por la competencia y dada la desaceleración del crecimiento mundial.

Lee y su familia -que fundó en 1938 Samsung, cuyo significado es "tres estrellas"- controlan la empresa, a pesar de una pequeña participación accionaria, aún activa gracias a una compleja red financiera en cuya cima está Everland, el parque de diversiones que funciona, de hecho, como un holding.

Lee terminó en problemas por las investigaciones que se iniciaron tras las acusaciones, a fines de 2007, de un abogado de Samsung, Kim Yong-chul, sobre presuntos casos de corrupción de funcionarios públicos.

Los investigadores, que habían encontrado fondos de proveniencia dudosa, sin demostrar la corrupción sistémica, volcaron luego su atención sobre los intentos de transferencia ilegal de poderes de Lee a su hijo y heredero Lee Jae-ong con operaciones financieras, como la cesión de obligaciones convertibles.

El equipo de fiscales encontró activos por 4,5 billones de won (unos 3000 millones de euros) atribuibles a Lee pero titulados a prestanombres, además de calcular una "maxi" evasión fiscal de 112.800 millones de won (71 millones de euros).

De ser hallado culpable, Lee se expone a una condena de cinco años de reclusión, aunque los jueces tienen un margen de maniobra para emitir una condena sin que la pena de cárcel sea efectiva.

La caída de Lee sigue a la de Chung Mong-koo, otro empresario poderoso coreano y presidente de Hyundai Motors.

Mong-koo fue condenado a tres años de reclusión en febrero de 2007 por distracción de fondos y abuso de confianza, aunque una apelación de hecho neutralizó la pena de primera instancia. La esperanza de Lee es repetir la acción de su colega.