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16 de abril de 2024
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Inquietantes rumores sobre la salud del Papa Benedicto XVI
En círculos eclesiásticos y políticos de Europa advierten que se lo vio desmejorado y fatigado en sus últimas apariciones. Tiene 81 años y cumplió tres años de pontificado
27 de abril de 2008
Después de tres años y siete días de pontificado y tras haber cumplido hace diez días 81 años de edad, se abrió la cuestión del estado de salud del Papa y las hipótesis de los candidatos "papables" a sucederlo.

Era inevitable tratándose de un anciano bien templado pero frágil, pero el tema se colocó ayer en el centro del escenario internacional debido al prestigio de la fuente que hizo estallar la noticia.

"La salud del Papa alimenta ya los rumores de sucesión", tituló en su edición on line el matutino conservador católico francés Le Figaro.

El artículo-bomba se esparció de inmediato por el mundo. Le Figaro tiene generosas fuentes dentro de la Iglesia y el Vaticano. Impensable que las intenciones sean sensacionalistas. El artículo fue escrito por Hervé Yannou y su contenido desmentido como "paradojal", horas después, por el portavoz pontificio, el padre jesuita Federico Lombardi, en la sala de prensa vaticana.

Le Figaró sostiene que en su viaje a EE.UU., entre el 15 y 20 de este mes, Benedicto XVI "efectivamente lució fatigado".

La desmentida del padre Lombardi se concentró en estos aspectos. Dijo que el artículo era "paradojal" justo por el hecho de que "el Papa acaba de volver de un viaje largo y fatigoso, en el que hizo frente a todos sus compromisos sin dar señales de incertidumbre ni aligerar para nada su programa".

El artículo de Le Figaro detalla actividades en las que el Papa ha ido delegando cada vez más funciones. "El Papa sube y baja por las escaleras, es aún ágil, pero tiene la edad de sus arterias y no es un secreto para ninguno que es frágil de corazón". Hace unos meses el diario La Stampa afirmó que al pontífice le fue colocado un marcapasos.

Además es sabido que hace quince años el entonces cardenal Joseph Ratzinger sufrió tres pequeños derrames cerebrales sin consecuencias, pero que demostraron una debilidad genética.

Este problema le viene de familia. Su padre murió de un segundo derrame cerebral cuando subía una escalera llevando una máquina de escribir. El Papa tiene un hermano tres años mayor, monseñor Georg, que vive retirado en Ratisbona y al que también le fue colocado un marcapasos hace un año y medio, en Roma.

Dos fuentes seguras naturalmente refugiadas en el anonimato, cercanas a los médicos que hacen la guardia en los aposentos papales, dieron a Clarin este cuadro de situación: "El Santo Padre tiene el corazón un poco débil, sufre de una insuficiencia renal bajo control y sus arterias son frágiles". Los médicos están en contra de los viajes largos en avión -ya fue a Brasil y EE.UU. y en julio irá a Australia (ver recuadro)-, y se ponen contentos si delega en sus colaboradores los esfuerzos físicos más pesados de su misión pontificia. Le pidieron que evitara la caminata con la pesada cruz en el Coliseo el Viernes Santo o extenderse en el suelo en la Basílica de San Pedro.

Por eso el miércoles pasado, como estaba previsto, no hubo audiencia general para ayudar a descansar a Benedicto XVI que había regresado el lunes de Nueva York. Surgió un imponderable: la misa de cuerpo presente del fallecido cardenal colombiano López Trujillo, uno de los "ministros" del Papa, quién presidió sólo la última parte de las exequias. La dieta es férrea y por eso al Papa se lo ve delgado y ágil para la edad que tiene. Ha crecido mucho la figura de su amigo, el cardenal Tarcisio Bertone, que ha hecho varios viajes un poco sustituyendo a Joseph Ratzinger.

"El Papa escribe, Bertone viaja", comentó a Clarín un monseñor vaticano. En Le Figaro no se relata ningún episodio secreto de los problemas de salud del Papa. ¿Por qué ese artículo, entonces, que ha causado tanto revuelo? Tratándose del matutino conservador francés, tan vinculado al catolicismo oficial, es difícil que haya una intención superficial, sabiendo la alarma que difunde una fuente tan prestigiosa.

Lo cierto es que el tradicional diario abrió la caja de truenos de las especulaciones sobre los achaques del Papa y los primeros nombres de sus eventuales sucesores, entre ellos, el cardenal argentino Jorge Bergoglio.