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25 de abril de 2024
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Chávez amenazó: si no hay acuerdo, "ocupará" Sidor
Advirtió que si no hay acuerdo ocupará la fábrica. "Si no llegamos a un acuerdo en horas, el martes firmo el decreto de expropiación", sentenció Chávez.
28 de abril de 2008
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, volvió ayer a amenazar a la compañía de la familia Rocca por la situación de Sidor: advirtió que si no se llegaba a un acuerdo por el valor de las acciones de la siderúrgica antes de mañana, la expropiaría.

Es la pelea que siguió a la nacionalización de Sidor, que Techint controlaba con un 60 por ciento hasta hace dos semanas.

La embestida, según publicó LANACION.COM, había recrudecido el sábado, cuando el ministro de Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz, calculó la indemnización en 800 millones de dólares, un monto varias veces inferior al que pretende Techint.

La nacionalización no pudo ser evitada por la presidenta Cristina Kirchner, que se contactó más de una vez, en los últimos días, con Chávez para hacerle saber su disconformidad. El presidente venezolano le contestó que el paso era irrenunciable. La nacionalización se encuadra en el plan que Chávez tiene para varios sectores.

Ayer, el presidente aceleró los plazos de la negociación, que ejecutivos de la industria argentina estimaban en casi dos meses. "Les hago un llamado a los empresarios de la llamada Ternium-Sidor, que dejen la mamadera de gallo [burlarse], que aquí hay gente seria. No les voy a pagar 4000 millones de dólares ni 3000 millones por Sidor, y si no llegamos a un acuerdo en las próximas horas, el martes firmo el decreto de expropiación y mando a ocupar la fábrica", dijo en Aló presidente, el programa oficial en que suele dar extensos monólogos anticipando sus políticas.

Chávez aprovechó ayer para volver a cuestionar los contratos laborales de Sidor: calificó como "una explotación" que un obrero estuviera ocho horas en la acería y su pago fuera de 500 bolívares mensuales (unos 233 dólares).

Siderúrgica del Orinoco (Sidor) fue privatizada en 1998 y, desde entonces, estuvo controlada por el grupo Techint a través de Ternium, con un 60 por ciento de las acciones. El restante 40 por ciento estaba dividido en dos partes iguales entre el Estado venezolano y trabajadores y jubilados de la siderúrgica.

El anuncio del avance chavista sobre Sidor se hizo hace dos semanas, tras un conflicto laboral que mantenían los trabajadores y la empresa. La privatización se había hecho por las continuas pérdidas de la siderúrgica y se la adjudicó al consorcio Amazonia, con capitales de la Argentina, México, Brasil e Italia.

Chávez se preguntó ayer si los dueños de Sidor estaban "locos" y agregó que, aunque el gobierno quisiera ser "justo" en la negociación, "la empresa no vale 4000 millones".

Desde el anuncio de la nacionalización, la empresa de la familia Rocca negocia tanto en Caracas como en Buenos Aires. El jueves pasado, un representante de la firma se reunió con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Y Daniel Novegil, CEO de Ternium, accionista de Sidor, es quien personalmente encabeza las conversaciones con el ministro Rodolfo Sanz.

La empresa argentina no ha hecho declaraciones públicas durante todo el conflicto, pero intentará mantener un 10% de las acciones y que la indemnización contemple el costo de reemplazar la producción de Sidor, estimada en unos cuatro millones de toneladas. De ahí las enormes diferencias con las cifras de Chávez.

Según el balance hecho por el gobierno venezolano, el precio de la siderúrgica estaría en 800 millones de dólares, descontando una serie de deudas. Chávez dijo ayer que cuando fue comprada por el grupo Techint Sidor era "mas grande, y además muchos equipos han sufrido lo que llaman la depreciación". Señaló, además, que se habían descubierto "contabilidades falsas".

El presidente adelantó que hoy continuarían las reuniones. "Le dije al vicepresidente [Ramón Carrizales] que los llame el lunes [por hoy] y trate de acordarse con ellos un precio justo. Tampoco nosotros queremos dañarlos a ellos; lo que vale, vale", aseveró.

Chávez advirtió que no tenía problemas para firmar la expropiación de la empresa y agregó que estaba revisando "informaciones que habrá que investigar", como contabilidades falsas, el pago de impuestos y los pasivos ambientales y laborales.

El gobierno de Caracas ya se había manifestado sobre la discusión de la indemnización anteayer, cuando el propio Sanz, en una conversación con el canal de televisión estatal, soltó: "Hemos venido trabajando en el diagnóstico económico de la empresa, analizando distintos documentos que nos permitan establecer el valor de las acciones. Vamos a comprar la empresa Sidor, y nuestro análisis nos da aproximadamente unos 800 millones de dólares como valor de la empresa", dijo.

El ministro agregó que, de este valor, había que descontar los pasivos ambientales y los pasivos laborales, además de algunas demandas que enfrenta la compañía, incluyendo una con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por 200 millones de dólares por suministro de gas.

Consultado por el programa sobre una eventual indemnización de entre 3200 millones y 4000 millones de dólares -el monto que calculan los bancos, pero que es también inferior al que estaría reclamando la compañía-, Sanz contestó: "Nos parece una cifra que no se corresponde con el análisis preliminar que hemos efectuado nosotros".