La reunión entre funcionarios del Gobierno nacional y representantes de las cuatro entidades del campo se realiza finalmente en la sede de la Jefatura de Gabinete y se espera que haya una dura negociación, debido a que los ruralistas al llegar dejaron en claro que esperan soluciones concretas.

Uno de los primeros dirigentes en arribar fue Mario Llambías, de CRA, quien se mostró con expectativa, pero con reparos. "Es increíble que se haya avanzado tan poco, o no hay voluntad o no hay intención de tratar los temas de fondo, pero esperemos a ver qué pasa en esta reunión y al salir hablamos", dijo a los medios.

Si bien descartó que hayan sido burlados por el Gobierno, aseguró que hay muchas posiciones oficiales y "poca claridad en los conceptos". Además, señaló que se necesitan medidas concretas y a corto plazo. Y dejó en claro que "las bases están nerviosas" y que sólo las soluciones concretas traerían calma.

Por su parte, Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, dijo en Radio 10 antes de ingresar al encuentro que "las negociaciones están bastante trabadas".

El dirigente planteó la "necesidad de un cambio estructural y de un nuevo modelo agropecuario, donde se plantee la existencia de los monopolios de los diversos sectores que se llevan fortunas". Y aseveró que serán prudentes y que están dispuestos a sentarse y escuchar las propuestas oficiales. "Se trata de construir", aseguró.

Fernández y los referentes del campo intentarán arribar a un acuerdo en el tema retenciones a las exportaciones de granos, principal punto del conflicto entre las partes.

El titular de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Fernando Gioino, reclamó esta mañana al Gobierno "un gesto de grandeza" para que avancen las negociaciones por las retenciones y señaló: "La verdad es que necesitamos dos o tres cositas mínimas".

"Nosotros realmente vemos esta reunión como la decisiva. Tenemos mucha preocupación. Sabemos que el campo ha puesto mayores y mejores esfuerzos, y voluntad para dialogar, concertar", señaló el dirigente.

En declaraciones a los medios, Gioino sostuvo: "Se consumió el tiempo, avanzamos muy poco. Es necesario un mínimo gesto. Necesitamos grandeza de ambas partes para superar el conflicto".

El Gobierno intentará buscar en el encuentro un consenso con los dirigentes agrarios, para así extender el plazo de la tregua -que finaliza en sólo dos días- ante el anuncio de los productores de volver al paro si no se llega a una acuerdo.

Si bien persisten las diferencias porque el Gobierno no parece dispuesto a dar marcha atrás con la aplicación de retenciones móviles, el clima entre las partes era de optimismo, ya que se considera que habría decisión política de la Casa Rosada de poder anunciar que hay un principio de acuerdo.

Según trascendió, el Gobierno aceptaría bajar el nivel de retenciones para soja e imponer bandas más acotadas para que el impuesto sea menor en caso de que el precio de ese commoditie se dispare.

También se reabriría la exportación de carne, un tema que el gobierno prometió pero que aún no cumplió, y se definiría un mecanismo para que los productores trigueros reciban un mayor precio por su producción.

Con ese compromiso en la mano, la dirigencia agropecuaria convocará el primero de mayo a asambleas en distintos puntos del país para discutir si se levanta la medida de fuerza, se prorroga la tregua o vuelven al paro.

El viernes vence la tregua unilateral dispuesta por las entidades agropecuarias tras levantar el paro de tres semanas realizado durante marzo para reclamar por la suba de los derechos a la exportación de soja y girasol.