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19 de abril de 2024
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"Fritzl engañó a todos: a su mujer, su familia y sus vecinos"
Así lo aseguró la policía austríaca tras la detención de Josef Fritzl, quien tuvo cautiva a su hija 24 años bajo su casa a la que violó reiteradas veces y con la que tuvo 6 hijos
30 de abril de 2008
El responsable de la Oficina regional contra el Crimen de Baja Austria, Franz Polzer, afirmó ayer en una multitudinaria rueda de prensa que no hay pruebas que permitan inculpar como cómplice a la esposa de Josef Fritzl, ya que el electricista septuagenario que durante 24 años mantuvo encerrada en un sótano bajo la casa familiar a su hija Elisabeth, a quien violó sistemáticamente y tuvo con ella siete niños (uno de los cuales murió al poco de nacer), "no dejó ningún cabo suelto que permitiera descubrir su mentira, porque engañó a todos: a su mujer, su familia y sus vecinos".

Las pruebas de ADN han confirmado que Fritzl es el padre de los seis niños fruto del incesto.

"Los seis hijos de Elisabeth Fritzl nacidos en cautiverio tienen como padre a su propio abuelo, Josef Fritzl", ha indicado Polzer.

Su estado de salud y su inclinación a llorar fueron los criterios por los cuales el presunto violador austriaco escogió a tres de los seis hijos para adoptarlos junto con su esposa en la localidad de Amstetten, a 130 kilómetros de Viena, según Leopold Etz, inspector jefe de la Oficina regional contra el Crimen de Baja Austria, tras los primeros interrogatorios a Fritzl. Según Etz, el destino de los tres niños más tranquilos fue permanecer con su madre en el escondite sin ver la luz natural hasta ser liberados el sábado pasado. Los más llorones fueron llevados por Fritzl a la casa familiar.

Fritzl subió del zulo a tres bebés de pocos meses en los años 1993, 1994 y 1997, alegando ante su familia que la hija, supuestamente desaparecida en una secta, los había depositado delante de la puerta de su casa. Estos niños crecieron en la casa familiar como si fueran sus nietos y luego fueron adoptados por Fritzl y su esposa Rosmarie. Y mientras que los tres menores disfrutaron de una educación ejemplar, incluyendo instrucción musical y deportiva, los otros tres hermanos malvivieron en el calabozo de unos 60 metros cuadrados y 1,70 metros de altura.

Condenado por abusos sexuales

El diario británico The Times informó ayer de que el monstruo de Amstetten fue condenado por abusos sexuales. El rotativo señala que también fue condenado por un incendio provocado y que habría pasado un tiempo no especificado en prisión a finales de los años 60.

Por su parte, el diario sensacionalista vienés Kronenzeitung afirma que el acusado tenía antecedentes penales por acoso sexual a un mujer (no emparentada con él), por lo que habría estado en la cárcel. Las autoridades rechazan confirmar estas informaciones alegando que los posibles delitos ya han prescrito. El rotativo vienés incluso publica una foto de Fritzl supuestamente tomada en 1982 durante un proceso judicial en un tribunal austriaco.

"Trabajaba hasta altas horas de la noche en el jardín"

Entretanto, la sociedad austriaca sigue conmocionada por el espeluznante caso. Según recuerdan numerosos vecinos y conocidos de Fritzl, éste siempre trataba de estar bronceado, coqueteaba con las mujeres y llamaba la atención por el exagerado cuidado de su jardín, donde se descubrió el calabozo subterráneo.

De acuerdo con los relatos de varios vecinos, Fritzl gobernaba "como un teniente general" en su casa, era muy celoso de su privacidad, lo que explicaría el motivo por el que nadie de su familia se dio cuenta de que mantenía encerrada a su hija en el escondite situado a tres metros bajo el jardín. "No dejaba que su mujer Rosemarie hablara mucho tiempo con la gente, siempre insistía en que los miembros de su familia permanecieran en casa", ha recordado una anciana vecina, que durante años vivió en el edificio contiguo.

"Siempre nos llamó la atención que Fritzl trabajaba hasta altas horas de la noche en el jardín, pero nunca pudimos imaginar qué es lo que en realidad estaba haciendo", ha agregado Karina, una joven que vive en la misma calle. La chica conoce desde hace años a Lisa, una de las hijas-nietas de Fritzl, que vivía en la casa y a la que describe como "muy tranquila pero simpática".