Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
26 de abril de 2024
Seguinos en
Crisis alimentaria: BM afirmó que seguirá hasta 2015
El organismo pidió a productores una salida "urgente" a sus políticas de producción. Su titular hizo hincapié en la generación de biocumbustibles y en el suministro de granos
8 de mayo de 2008
La crisis de alimentos a nivel mundial volvió a ser el tema central. Esta vez el que levantó la voz fue el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, que afirmó que la crisis seguirá hasta 2015.

En una conferencia brindada en México, el titular del organismo dio un panorama nada alentador sobre el tema: "Se espera que haya una respuesta por parte de la oferta para que se vayan reduciendo un poquito los precios entre 2009 y 2010, pero en términos generales sentimos que los precios se van a mantener altos hasta el 2015".

Sobre el tema precios, Zoellick, quien expuso ante los medios junto al ministro de Hacienda de México, Agustín Carstens, tras firmar un préstamo por 205 millones de dólares para apoyar el programa sobre el cambio climático, auguró: "Esperamos un repunte de la oferta de alimentos que permita frenar los precios entre 2009 y 2010".

Con este carácter de "urgente", el titular del organismo pidió a los todos los países que "modifiquen sus políticas de producción de alimentos para poder lograr el suministro de los granos básicos a las poblaciones".

Zoellick señaló que la institución que dirige convocó a todos los países socios a establecer un fondo de emergencia de 750 millones de dólares para apoyar a las naciones que tengan problemas de abastecimiento alimenticio.

Uno de los requisitos que establecerá el Banco Mundial será que "los países cuenten con redes de protección a las poblaciones marginadas", precisó.

Además, el directivo llamó a los países a que busquen una nueva generación de biocombustibles, con materiales provenientes de la celulosa.

En este sentido, agregó que existe un debate sobre el uso de granos y productos agrícolas, como el maíz en Estados Unidos y la caña de azúcar en Brasil, para promover la producción de combustibles biológicos sin encarecer los precios de los alimentos.