Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
24 de abril de 2024
Seguinos en
"Ciberhostigamiento", una tendencia peligrosa entre los adolescentes
Mails, redes sociales de Internet y hasta mensajes de texto son el escenario donde la humillación se hace presente. De qué se trata esta nueva y peligrosa forma de agresión
21 de mayo de 2008
Los avances tecnológicos tienen su lado positivo, y su costado oscuro, al que hay que prestarle atención teniendo en cuenta que los más chicos son las primeras víctimas de las nuevas y peligrosas tendencias webs.

Los especialistas la llaman "Ciberhostigamiento", y está relacionada al hostigamiento, que comienza en las aulas, clubes y barrios entre los propios adolescentes, pero que continúa a través de Internet volviéndose un terrible padecimiento.

El chat, las redes sociales, fotologs e incluso los mensajes de texto (SMS)ridiculizando o cargando a un tercero se han convertido en nuevos espacios de agresión en los que unos intimidan a otros, y lo que comienza como una broma puede volverse peligroso entre los más chicos.

"Lo mismo que pasa en el aula, en el club o en el barrio, pasa en el chat. Antes eso se terminaba cuando el chico entraba a su casa o cambiaba de lugar. Ahora el problema es que llega a la casa, se conecta y ya le dicen de todo", comentó Flavia Sinigagliesi, pediatra del Equipo Bullying Cero, del Centro de Investigaciones del Desarrollo Psiconeurológico, al diario Clarín.

Pero esta tendencia está creciendo a nivel mundial, y se vuelve traumático para los adolescentes. "El bullying (acoso entre pares) es un factor de estrés muy importante que termina siendo crónico y puede terminar con trastornos psiquiátricos. Empieza con dolor de cabeza o estómago, trastornos de ansiedad, fobia y depresión", explicó Sinigagliesi, quien reveló que Canadá y España, por caso, son países donde el fenómeno preocupa.

El fenómeno crece peligrosamente. Hay que estar atentos a qué hacen los chicos, cuando pasan horas frente a la computadora. A veces lo que empieza como un juego, puede terminar de la peor manera, y los más chicos son otra vez las víctimas.