Racing: un póquer de ases en las buenas y en las malas - Asteriscos.Tv
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25 de abril de 2024
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Racing: un póquer de ases en las buenas y en las malas
Maxi Estévez, Campagnuolo, Chatruc y Bastía son sobrevivientes del equipo campeón de 2001. Cuatro futbolistas en las buenas y en las malas
29 de junio de 2008
Por Roberto Aguirre Blanco

Para los hinchas de Racing, es la mejor mano para jugar una apuesta fuerte al compromiso con la camiseta. Maximiano Estévez, Adrián Bastía, José Chatruc y Gustavo Campagnuolo, le dieron a su vida deportiva en Racing la adrenalina de las mieles del éxito y la angustia que genera la temida lucha por no descender.

El delantero, el volante y el arquero son los tres únicos sobrevivientes del inolvidable equipo del Torneo Apertura 2001 que tras una campaña formidable conducida por Reinaldo Merlo cortó con 35 años de abstinencia de títulos locales de Racing.

De aquella tarde del 28 de diciembre de 2001 cuando estos dos jugadores dieron la vuelta olímpica en el estadio de Vélez Sarsfield mucho agua corrió bajo el puente. Ambos emigraron para también regresar al terruño, en donde por aquel mérito épico siempre serán ídolos, inclusive a la hora de los insultos.

Campagnuolo fue titular sin discusiones hasta promediar el torneo Clausura 2008 cuando Gustavo Costas prefirió darles la oportunidad a otros arqueros y luego con la contratación de Hilario Navarro dejar al guardameta como tercer suplente.

Sin embargo, la lesión de Navarro hizo colocarse el buzo de titular a José Martínez Gullota y Campagnuolo, a los 35 años, volvió al banco de suplentes para vivir de cerca la hazaña de mantenerse en primera división.

Por su parte, el “Pepe” Chatruc vivió pasajes mas movidos en su historia. Luego de festejar el título del Torneo Apertura 2001 pasó por San Lorenzo, Estudiantes, Quilmes (con cual descendió) y Banfield para retornar, a los 32 años al club que lo consagró.

En La Academia no jugó mucho es cierto, pero su experiencia y temperamento fue útil en partidos claves y el entrenador, Juan Manuel Llop lo tuvo siempre en cuenta.

El caso de Maxi Estévez es especial. Por su carisma y relación con la hinchada es junto a Facundo Sava y Maxi Morales, ídolo en el club de Avellaneda, con el aditamento extra de contar en su pecho una estrella de campeón.

Jugó partidos importantes y si bien estuvo en el banco de suplentes, fue el primer refuerzo del entrenador a la hora de intentar cambiar la historia de un partido en esta difícil temporada.

Como un obrero: pico, pala y sudor. Con sangre celeste y blanca en sus venas, Adrián Bastía hoy festeja con el mismo grito desde el alma el momento de Racing. En el título o a la hora de salvarse del descenso.

Figura en el 2001, valor de peso para el grupo en este 2008. Un jugador muy identificado con la entidad de Avellaneda.

Esta vez, La Academia pudo quebrar la mala racha de protagonistas en dos momentos claves: En el descenso de 1983, como director técnico estaba a la hora del peor momento quien lo llevó a la gloria 15 años antes: Juan José Pizutti.