20 de abril de 2024
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“Cuando pa’ Chile me voy…”
La modelo Kenita Larraín fue la eliminada de “Bailando por un sueño” en un duelo telefónico donde ganó por su peso propio La “Tota” Santillán. El poder del amor
2 de julio de 2008
La modelo chilena Kenita Larraín de despidió la noche del martes de “Bailando por un Sueño” al quedar eliminada en el voto telefónico ante el poder de convocatoria de La “Tota” Santillán , quien logró el 59 por ciento de los votos del público contra 41 de la trasandina.
En una gala cargada de tensión y con el amor como leit motiv en el ambiente, el duelo entre los seis sentenciados se cargó toda la atención del programa que no tuvo tiempo para nada más.
Ente los seis sentenciados, todos tenía su propio peso de convocatoria por lo que se demostró que entre las 21 parejas que van quedando ahora comienza la etapa mas “caliente” entre aquellos que mejor bailan y los que atraen al público por sus acciones mediáticas.
Las exhibiciones de “Pop latino” de los sentenciados fue de un mejor nivel que en las noches pasadas y los seis nominados mejoraron considerablemente sus actuaciones y así lo valoró el jurado.
La primera pareja salvada, por unanimidad, fue la que integra la uruguaya Eunice Castro, quien con cambio de vestuario, “explotó” con una coreografía intensa y sensual. La noticia provocó el primer llanto de la noche.
Seguidamente, le tocó el turno, también por decisión unificada de los notables la salvación de la vedette Evangelina Anderson quien demostró que necesitó más que su cola exuberante para ser elegida: hizo un cuadro muy completo.
Desde el bar de Ideas del Sur seguía atentamente las alternativas su famoso novio, el defensor del seleccionado nacional Martín Demichelis con una marca personal, cuidó con la mirada a la joyita que tiene en por ahora en su casa. El amor es más fuerte y nuevo llanto en cámara de ella, el segundo de la noche.
La tensión fue en aumento y el rating también con un pico de 31, 1 y con 17 puntos de ventaja con Telefé que en ese momento daba inicio a “la Liga”.
La tercera pareja salvada ya generó los primeros choques en el jurado que no se ponía de acuerdo y que con ficticia discusiones intentó poner más suspenso a un instante que Tinelli le sacaba el juego.
Gerardo Sofovich anunció el salvataje de Carolina Baldini quien con cara de “no te creo nada” también dejó traslucir sus lágrimas y festejar el regalo del jurado. Ni siquiera esa emoción le permitió a Tinelli sacar de su boca una definición sobre su relación con Diego Simeone.
“Tengo candidatos pero estoy bien con Diego”, dijo la modelo, sin embargo esta puso cara de pocos amigos cuando el animador pronosticó que el año que viene viviría de nuevo en Madrid ante la segura contratación de su esposo por parte del Atlético Madrid.
Asteriscos. Tv puede revelar, según informa la agencia adn.noticias, que las relaciones entre ambos están en buen camino tras verlos juntos el pasado fin de semana cenando muy “acarameladamente” en un reconocido restaurante de Zona Norte.
A la salvación final quedaron dos participantes con mucha hinchada propia, Pablo Ruíz y La “Tota”, mientras la tercera en discordia fue la chilena Kenita con menos presencia entre el público argentino. Dos leones y una gatita, pelea desigual.
El jurado, que se bancó el grito de “injusticia” de la tribuna cuando anunció que salvaba a la mujer de Simoene, recibió aplausos cuando determinó la salida del voto de la gente, del cantante Pablo Ruíz. Nuevos llantos y eso ya era una juego lacrimógeno.
Para darle más clima de drama pasional a la definición, además de la cara de velorio y susto de la “Tota” y la sonrisa con nervios de Kenita, se sumó la circunstancia que los dos soñadores que quedaron, son novios. Culpa del hacinamiento la estar viviendo desde hace cinco meses en un mismo hotel de Chacarita junto a todos los participantes.
Con voto cantado, “la Tota”, el nuevo “latin lover” nacional, volvió a salvarse y es hoy el heredero de la fama de sobreviviente que tenía la ex Gran Hermano, Marianela Mirra, hasta que se le terminó.
Al final también lloró el animador de bailantas y patinó en el escenario. Era natural, eso ya era un piso inundado de lágrima, lo más parecido a una calle porteña en pleno diluvio. Un pañuelo por acá, por favor.