Estreno de la semana: larga vida al Guasón - Asteriscos.Tv
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19 de abril de 2024
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Estreno de la semana: larga vida al Guasón
"Batman, el caballero de la noche" es quizás la mejor entrega de la saga sobre el superhéroe enmascarado, gracias a una enorme actuación del fallecido Heath Ledger
16 de julio de 2008
Como si pendulara cada vez con mayor fuerza entre la luz y la oscuridad, el hombre murciélago se ha puesto más tenebroso que nunca. “Batman, el caballero de la noche” es su última incursión en la pantalla de los cines. Y es una apuesta sin concesiones. Hay que olvidar por algún tiempo que ese sujeto encapotado era el personaje central de una saga para chicos. Ahora ya no hay humor, no hay tiempo para perder en explicaciones didácticas. Ahora el mundo se ha vuelto violentamente cruel y Batman es el epicentro de una turbia y poderosa metáfora sobre la sociedad, sobre sus miedos, sobre sus dilemas.

“Batman inicia” fue una gran película que narraba el origen trágico del héroe. Dejando de lado todo efectismo, volviendo al nivel más humano de la historia y eligiendo con buen tino a Christian Bale como protagonista, el director Christopher Nolan logró que, cuando todo parecía perdido, recobremos el interés por ese misterioso y sombrío superhéroe un tanto desquiciado, algo solitario y bastante acaudalado que decidió hacer justicia por mano propia.

El problema era “Batman, el caballero de la noche”. El desafío era seguir explorando esa línea lóbrega y realista, sin caer en repeticiones. Y Nolan, Bale y compañía no sólo aprueban con holgura el examen, sino que llevan a la pantalla una de las mejores películas del año y, seguramente, una de las cinco mejores obras sobre superhéroes que se hayan realizado jamás.

¿De quién es el mérito? Las elecciones de Nolan son siempre acertadas, el guión es una elaborada y eficaz maraña de violencia y dilemas morales que no da demasiado respiro y el elenco es parejo en su excelencia: desde Bale (Batman) hasta Michael Caine (Alfred), desde Morgan Freeman (Lucius) hasta Gary Oldman (Teniente Gordon o “Fierro”), desde Aaron Eckhart (Harvey Dent) hasta Maggie Gyllenhaal (Rachel), que no es tan linda como su predecesora, Katie Holmes, pero es sin dudas mejor actriz.

Sin embargo, si algo aprendimos es que las películas que tienen un héroe deben medirse por la talla de su villano. Y aquí hay que ponerse de pie. “Batman, el caballero de la noche” eleva post-mortem a Heath Ledger a un nivel actoral sin precedentes en su carrera, incluso superior al demostrado en “Secreto en la montaña”. El Guasón/Joker creado por los guionistas e interpretado por Ledger es el mejor villano de todos los filmes y series que se han realizado de Batman hasta el momento.

No sería bueno adelantar mucho sobre la trama. Pero digamos, mostrando apenas la punta de un ovillo complejo que se desenreda durante dos horas y media, que cuando comienza el filme Ciudad Gótica está en guerra. De un lado está la mafia, con sus habituales negocios sucios y sus dólares manchas de sangre. Enfrente están Batman, el teniente Gordon/Fierro y el nuevo fiscal de distrito, Harvey Dent, respaldado por su subordinada y novia Rachel (quien supo ser enamorada de Bruce Wayne/Bruno Díaz y sabe quién está debajo de la capucha con orejas).

Hasta ahí no es más que una película común. Buenos que quieren restablecer el orden y malos que buscan más dinero o más poder. Pero entonces, para elevar a “Batman, el caballero de la noche” a un nivel superior, aparece El Guasón. Porque si le quitáramos El Guasón a este Batman, nos quedaría apenas un muy buen filme sobre un superhéroe conflictuado. Pero El Guasón irrumpe en escena y todo cambia: le otorga a la película otra sustancia, otro espesor y la posibilidad de realizar infinitas lecturas sobre sus intenciones, sobre lo que nos quieren decir sus autores sobre el mundo de Batman y sobre el mundo nuestro.

Este villano no quiere dinero, no quiere poder, no quiere siquiera venganza. “Hay gente que sólo quiere ver el mundo arder”, le explica Alfred a Bruce Wayne. Y el propio Guasón se define: “Soy un agente del caos”. Sin motivación, y más cerca de la locura y la sociopatía que de la maldad, el personaje de Ledger se hace casi invulnerable. Y sádico, cruel, manipulador y brillante.

Con ese personaje brillando en el centro de la película, el resto cobra otro matiz y la pelea entre malos y buenos ya dejó de ser interesante. Ahora lo que nos conmueve es ver al mundo ingresar en el caos destructivo en que lo sumerge El Guasón, mientras nos pregunta: “¿Por qué estás tan serio?”. Y luego se ríe, para que nosotros, los espectadores, fascinados y atemorizados, agradezcamos por este nuevo rumbo que ha tomado la saga de Batman.