Se discutió en la audiencia pública donde se conocieron los detalles del ensanchamiento, a un costo de $ 340 millones, que se pagarán con una suba escalonada de más del 80% sobre los peajes de los accesos Norte y Oeste.

Los aumentos se aplicarán entre este año y 2011.

Hubo 49 oradores y cerca de 500 asistentes entre funcionarios, usuarios y vecinos. El secretario de Obras Públicas de la Nación, José Francisco López, y la representante del Organo de Control de las Concesiones Viales (OCCOVI), Susana Marinelli, calificaron la ampliación de la General Paz como "la única solución posible al incremento del 45% que registró el tránsito allí en los últimos cinco años".

El plan de obras prevé construir un nuevo carril central en ambos sentidos entre la Panamericana y el Acceso Oeste y la incorporación de una nueva calzada para el tránsito pesado entre el Acceso Norte y Lugones (ver infografía).

Una de las oposiciones al proyecto y a las subas tarifarias provino de la Defensoría del Pueblo de la Nación. En una presentación escrita, el ombudsman Eduardo Mondino cuestionó "la parcialidad de los estudios de impacto ambiental" y los porcentajes de aumento que deberán afrontar los usuarios "por una obra que difícilmente se realice conforme al proyecto". Otra postura crítica fue la de Ricardo Lasca, del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial, quien rechazó los aumentos por "ilegales, injustos y carecer de fundamento técnico-económico".

Desde Autopistas del Sol le aseguraron a los vecinos que buscarán conservar los espacios verdes existentes: "Habrá un tratamiento sobre los taludes y en todo el cordón que recorre la General Paz. Vamos a mejorar y a poner en valor las áreas verdes", aseguró el arquitecto Jorge Bayá Casal. Y María Dolores Ayerza prometió que, además de proteger los 1.200 árboles que hay, sumarán "4.800 para mejorar el entorno de los vecinos que viven sobre las colectoras".

Justamente los vecinos que tienen el frente de sus casas hacia la autopista fueron los más combativos. Pese a que no se oponen a la ampliación, temen que la General Paz avance aún más sobre sus casas. Piden que cambien los recorridos de los colectivos para que dejen de pasar por la colectora: "Por la puerta de mi casa pasan 96 colectivos por hora. Vivo encerrado, en verano y en invierno, y sólo puedo ver películas con subtítulos, porque no se escucha nada", contó el vecino Daniel Robles.

Otro temor es que con la ampliación aumenten el hollín y las vibraciones que provoca el tránsito: "Nuestras casas valen entre 30 y 40% menos que las que están a una cuadra de la autopista. Queremos que cambien la zonificación del barrio para que pase de residencial a comercial. Quizá así podamos revalorar nuestras casas", sentenció Juan Luzzi, el representante de una comisión que agrupa a 400 vecinos, y el más aplaudido de todos.

Jorge Esteve, de la Asociación Vecinal Barrio Cornelio Saavedra, recordó el último ensanche de la General Paz, que fue en el 95: "Nos prometieron que iban a compensar la pérdida del espacio verde y no lo hicieron. Y durante las obras demorábamos 40 minutos para recorrer 8 cuadras", contó. Y le reclamó a la gente de Autopistas del Sol que mejoren el puente de Constituyentes.

Aunque por momentos los vecinos confrontaron fuertemente con el proyecto, todo transcurrió en un ambiente muy tranquilo. Los organizadores, que contrataron carpas equipadas con audio y proyectores, también repartieron café y sandwiches.

Y algún vecino hasta se animó a proponer la construcción de una nueva circunvalación y hasta un tren elevado que recorra todo el perímetro de la Ciudad.