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26 de abril de 2024
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Alarmante: el Gobierno admitió que creció la mortalidad infantil
Lo reconoció la ministra de Salud, aunque sin dar cifras. Dijo que "el duro invierno que se padeció en 2007" es una de las causas de que los niños se mueran
13 de agosto de 2008
Sin dudas la Argentina es un país al revés. De todas las cifras que preocupan esta es sin duda la que más duele. Sin embargo, no se ve al Estado demasiado enérgico en solucionar uno de los peores y nefastos problemas de la Argentina: la mortalidad infantil.

La mala noticia la dio ayer la ministra de Salud, Graciela Ocaña, durante una conferencia con corresponsales extranjeros: "Durante 2007 la mortalidad infantil tuvo un importante crecimiento en la Argentina", dijo.

No es una cifra más. No se trata acá de desconfiar de uno o de otro. Hay que hacer y este tema es urgente. Los chicos no pueden esperar porque aunque la ministra no haya revelado cifras (¿acaso no quiso porque eso dejaría al descubierto la grave falencia del Gobierno en este tema?) lo cierto es que hasta el 2006 morían en el país 13 de cada 1000 niños. Ocaña argumentó que la carencia de datos se debe a que todavía falta analizar datos del reciente relevamiento oficial, hecho con informes de las provincias.

El desafío que plantea el mapa sanitario argentino, según la funcionaria, se centra en combatir el mal de Chagas y el aumento de la tuberculosis (en especial de los casos resistentes) la rabia y el dengue. Ocaña admitió que en el Noroeste no se pudo reducir el número de afectados, pero declaró que el gobierno nacional se propone conseguir, en cuatro años, la "eliminación del contagio por el vector": la vinchuca.

"Hace falta mucha inversión", dijo Ocaña frente a los periodistas extranjeros. En este sentido, la ministr lamentó que no prosperara en el Congreso el proyecto oficial de retenciones móviles, ya que según había prometido la presidenta, ese excedente sería destinado a "políticas sanitarias" como construcción de hospitales y viviendas.

"Esos hospitales hay que hacerlos y, sin dudas, la Presidenta los hará, pero lo que se iba a hacer en dos años se hará en el mediano o en el largo plazo. No será una solución más rápida."

Durante la conferencia de prensa a la que se convocó a medios extranjeros concurrieron periodistas de las agencias de noticias ANSA y DPA; La Gazette de Paris , y el presidente de la Asociación de Corresponsales Extranjeros en la Argentina, el coreano Young Kil Kim, entre otros ocho profesionales.

Durante esa reunión Ocaña también señaló que las causas del aumento de la mortalidad infantil en el país se vinculan con "el duro invierno que se padeció en 2007" (cuando volvió a nevar después de 89 años en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires) y con la "falta de infraestructura hospitalaria suficiente para afrontar la epidemia de enfermedades respiratorias", entre ellas, la bronquiolitis.

La funcionaria explicó a los periodistas extranjeros que estos factores influyeron negativamente en las clases bajas, "porque un niño pobre, cuando es dado de alta, va a un hogar sin calefacción y sin alimentación adecuada y vuelve a las 48 horas [a los centros de salud] peor de lo que se fue", consignaron las agencias que dialogaron con la funcionaria.

Sin dudas que de todas la cifras que andan dando vuelta esta es la que más duele. Es hora de que el Estado ponga manos a la obra. La vida es el primer derecho de todo ciudadano y las malas políticas gubernamentales no tienen derecho a decidir sobre la vida de nadie. Mientras tanto, los chicos se mueren.