El Gobierno dio ayer un nuevo paso para intentar acercar posiciones con el campo. La liberación de las exportaciones de quesos y el permiso de salida para 1,4 millón de toneladas de trigo buscaron allanar el camino para la discusión que arrancará la semana próxima acerca del nuevo acuerdo por el precio de la leche.

Pero el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, ya le puso un marco definido. Lo hizo al anticipar que el Gobierno "seguirá interviniendo" para regular el mercado lácteo.

A su vez, Ricardo Echegaray, titular de la Oficina Nacional de Comercio y Control Agropecuario (ONCCA), eligió la celebración del Día de la Exportación para confirmar que se libera la venta al exterior de 1,4 millóon de toneladas de trigo. El funcionario detalló, en diálogo con el diario Clarín, que "hay un remanente de trigo de casi 1,8 millón de toneladas, conformando un remanente efectivamente exportable de 1.436.660 toneladas".

A la tarde, los anuncios los hizo Cheppi, tras reunirse con productores e industriales que integran la mesa láctea. "Estamos firmando una resolución para liberar la exportación de quesos, ya que estamos en la parte más productiva de la temporada y existe sobrestock, situación que se resuelve con la conveniente apertura del mercado al exterior", explicó Cheppi, según Clarín.

"El mercado lácteo va a ser regulado. El Estado seguirá interviniendo", dijo Cheppi.

Para los productores la reunión tuvo gusto a poco. "No se avanzó demasiado. Y estamos en una coyuntura difícil, con muchos productores con problemas de rentabilidad", dijo Daniel Pellegrina, de la Sociedad Rural.

La desazón se relaciona con que quedó sin definir uno de los temas centrales para el sector: el nuevo precio de referencia de la leche. Hasta el 31 de agosto rige el acuerdo actual, en el que se fijó un valor de 3,116 dólares por tonelada de leche en polvo, con el objetivo de anclar los precios en el mercado doméstico. "La baja significativa de los precios internacionales hace que tengamos que replantearnos ese acuerdo", dijo Cheppi.

Cheppi dejó traslucir que no aceptará sin más las quejas de los productores. "Es muy difícil llegar a un acuerdo si se parte de los precios que manejan los tambos y las industrias más ineficientes", apuntó. Sin embargo, no descartó que se aplique algún subsidio en favor de los productores más atrasados.

Las quejas no están referidas únicamente a la fijación de precios. También apuntan contra la demora en el pago de las compensaciones.

"Hay muchos productores que no reciben lo prometido y así no pueden seguir", sostuvo Guillermo Gianassi, de la Federación Agraria, consultado por Clarín.