La primera dama de Francia, Carla Bruni, visitó el monasterio budista de Lerab Ling, en la localidad francesa de Roqueredonde, donde fue recibida por el Dalai Lama, líder del budismo tibetano.

El Dalai Lama esperó en la entrada del templo a Bruni, y tras realizar con ella una procesión alrededor del edificio, le colocó alrededor del cuello el tradicional "kata", pañuelo blanco con el que se da la bienvenida en el Tíbet.

En tanto, el presidente Nicolas Sarkozy explicó que no recibiría al Dalai Lama durante su visita a Francia porque el premio Nobel de la Paz le dijo que prefería evitar ese encuentro durante los Juegos Olímpicos de Pekín.

Sin embargo, la oposición socialista francesa denunció una actitud timorata y contradictoria del jefe de Estado, deseoso de evitar tensiones con el régimen comunista chino. China acusa al Dalai Lama de tener intenciones separatistas, y se opone férreamente a cualquier recepción que suponga un reconocimiento político al dirigente religioso.

La situación en el Tíbet se convirtió en un espinoso tema internacional tras el estallido de violentas y sangrientas manifestaciones, que según organizaciones de defensa de los derechos humanos tuvieron un saldo de decenas de muertos, algo que China desmiente.

La represión provocó numerosas manifestaciones en todo el mundo, las cuales llegaron a perturbar el paso de la llama olímpica por ciudades como París, Londres y San Francisco, antes de la inauguración de los Juegos que se realizan este mes en la capital china.