Mar del Plata se viene cara en estas vacaciones. Los turistas que elijan esta ciudad para su descanso estival se encontrarán este año con subas de 10 hasta 40 por ciento respecto de los valores de la última temporada.

Mayores costos en insumos, salarios e impuestos son algunos de las excusas que esgrimen los operadores de cada rubro para justificar estas subas, a las que desde organismos de gobierno y cámaras empresarias se les intenta poner límites con reclamos de prudencia para mantener la competitividad de este destino.

Las inmobiliarias, representadas aquí por el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos, propusieron aumentos que no superen el 10 por ciento con respecto al verano último. "El año pasado no se respetaron los precios sugeridos y se sufrieron las consecuencias", dijo el titular de la entidad, Miguel Angel Donsini, en referencia a muchos inmuebles que quedaron sin alquilar.

En el listado de precios sugerido ayer para el sector se ofrecen departamentos por quincena, para enero, desde 900, 1260 y 1600 pesos, para uno, dos o tres ambientes, respectivamente. Y casas desde 2500 pesos. Pero es bien cierto que ya es muy difícil encontrar unidades en esos valores. Empujados por los propietarios, en el sector ya se advierten subas de hasta un 20%.

Por el momento las alzas mayores se advierten en los balnearios. "El promedio de aumentos es del 25%", reconoció Jorge Riccillo, presidente de la Cámara de Empresarios de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra).

Y aclaró que cada concesionario fija valores de manera independiente. Así, por ejemplo, una carpa en Punta Mogotes que se pagaba 1800 pesos por toda la temporada, ahora se ofrece a 2500. En Playa Grande, un parador pasó de cobrarse 3800 a 5500 pesos por el mismo período. Y en proximidades del faro llevaron los valores 3000/3200 a 4300/4500 pesos.

"Un aumento por encima del promedio sólo se puede justificar con más cantidad y calidad de servicios", dijo el presidente del Ente Municipal de Turismo, Pablo Fernández, que al igual que Donsini coincidieron en ser cuidadosos a la hora de fijar precios.

"Hay que leer muy bien el nuevo escenario porque hay una fuerte competencia desde países limítrofes", dijo el funcionario a LA NACION.

Desde la hotelería y la gastronomía aseguran que las subas respecto del año pasado promediarán un 20%, similar a las que se darán en el transporte de larga distancia. Y los viajeros que lleguen en sus autos también pagarán más en los peajes de rutas a la costa atlántica, que tienen subas del 36% y del 73% si se toman en cuenta las tarifas que rigen sábados y domingos.

Las salidas también exigirán un esfuerzo adicional. Se estima que las obras de primer nivel tendrán precios un 15% más altos que el verano pasado. "La suba será con respecto a la temporada anterior, pero serán valores similares a los que hoy se pagan en las salas de la Capital", aseguró a LA NACION el productor teatral Javier Faroni.

Atentos a los problemas sufridos el verano anterior, con algunos excesos que atentaron contra mejores resultados, desde la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) ya advirtieron a los operadores turísticos que sean mesurados y racionales a la hora de fijar precios. "Hay que privilegiar la plena ocupación y más trabajo para la gente", destacaron en la UCIP.