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Los industriales dicen que ya hay caídas en la producción
La UIA aseguró que en parte se debe a la crisis internacional, pero que la tendencia es anterior. La UIPBA mostró inquietud con Brasil. La situación en el interior del país
22 de octubre de 2008
El mismo día en que apoyaba institucionalmente la vuelta al sistema de jubilación estatal, la Unión Industrial Argentina (UIA) emitió el comunicado más duro de los últimos años sobre la situación del sector fabril. El texto, al que tuvo acceso el diario La Nación, detalla el escenario de cada rubro y coincide en una casi generalizada caída -o, en el mejor de los casos, una desaceleración- en la producción. Consigna, además, que algunas firmas ya están suspendiendo personal, adelantando vacaciones o cancelando horas extras.

El comunicado es un resumen de una larga reunión que tuvo ayer el Comité de la UIA; cada dirigente expuso los problemas de la rama que representa. Descripciones que en general no suelen caer bien en la Casa Rosada, aunque ayer parecía no haber ningún conflicto: el presidente de la entidad, Juan Carlos Lascurain, estuvo en el acto en que la presidenta Cristina Kirchner anunció la estatización del sistema previsional.

Cada sector habló de manera cruda. Por ejemplo Sergio Vacca, de la Asociación de Industriales Metalúrgicos, que consignó una "fuerte caída de 5,9 por ciento en la producción durante agosto, sobre una tendencia que ya viene operando desde fines de 2007 y que, para el acumulado de 2008, supuso un crecimiento de tan sólo 1,5 por ciento, muy por debajo de los períodos previos". O Roberto Arano, del segmento de pequeñas y medianas empresas, que se quejó del "impacto en los costos y el amesetamiento de la demanda" que estaba afectando a estas firmas, padecimientos "agudizados por el conflicto agropecuario y por la crisis internacional", según pudo saber La Nación. En el segundo trimestre del año, dijo, las ventas de las pymes cayeron un 8 por ciento.

Los dirigentes de la UIA decidieron reunir a sus pares del interior después de haber recibido, en los últimos días, una recurrente presión de las federaciones del interior del país. "Esta caída es por la crisis internacional", le preguntó LA NACION a uno de los empresarios que trabajaron en el comunicado. "No, viene de antes", contestó.

Adrián Kaufmann, de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, entidad que agrupa a empresas como Molinos, Arcor, Coca-Cola, Ledesma, Kraft y Quilmes, sostuvo que la producción había crecido apenas un 2% en el transcurso de este año. "Lo que supone, además, en medio de la crisis internacional, una señal de alerta por el impacto que esta crisis pueda tener sobre las exportaciones y la disponibilidad de bienes", dijo.

En realidad, las ventas externas de algunas compañías ya están cayendo. Juan Moravec, de la Unión Industrial Patagónica, agregó que este sector, netamente exportador, vería "gravemente afectado su ingreso en los mercados internacionales". Moravec cree que las ramas más afectadas serán la pesca, los textiles y la frutícola. "Se estima una contracción del 20 por ciento en la actividad turística", concluyó. Una realidad parecida a descrita por Juan José Coll, de la Unión Industrial de Misiones, que juzgó al sector forestal "al borde del colapso" por una caída "dramática" de las exportaciones a Europa y EE.UU.

Héctor Méndez, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Plástica, se refirió al impacto que el alza de costos había tenido en las importaciones. El empresario dijo que, como consecuencia de la crisis internacional, este mes se había verificado en la actividad una caída mensual desestacionalizada de entre el 10 y el 15% y que esperaba que la tendencia se mantuviera. Méndez adujo que ya se habían anunciado adelantos de vacaciones, la eliminación de horas extras y suspensiones.

El malhumor puede percibirse fácilmente en los dirigentes de las provincias del Centro. Oscar Guardinelli, de la Unión Industrial de Córdoba, expuso que, por ejemplo, para la industria automotriz, "este contexto internacional negativo afectará la producción nacional por varios canales, fundamentalmente por el lado real, es decir, por una merma de la demanda interna y externa". También, agregó, se verá perjudicada la cadena textil, rama que "anunció caídas en la actividad del orden del 35 por ciento en promedio y suspensiones en las plantas". Otros sectores que sufrirán, concluyó, son "la industria láctea y la plástica".

Guillermo Moretti, de la Federación Industrial de Santa Fe, informó que las fábricas de la provincia atravesaban "una difícil realidad", que había caído la producción en los frigoríficos y en los lácteos (11% en pesos) y que ya se percibían inconvenientes en la producción automotriz por el descenso en la demanda internacional.

Las cosas no son distintas en la provincia de Buenos Aires. Osvaldo Rial, de la unión bonaerense, citó una encuesta entre 400 empresas que revela que una alta proporción soporta bajas en la demanda interna, externa y en la producción. "Esto se da en casi todos los rubros", dijo, incluidos alimentos, cerámica y textil. El dirigente mostró inquietud con Brasil. "Muchas empresas informaron suspensiones de pedidos desde el exterior que fueron redireccionados a empresas brasileñas".

Tantos males repercutirán en el empleo. Lo ve claramente Ricardo Khayat, de la Unión Industrial de Chaco, que contó que, en septiembre pasado, el índice de demanda laboral había bajado en la provincia un 14% respecto del mismo mes de 2007. Eso, evaluó, quiere decir que hay menos demanda de bienes en la región.