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18 de abril de 2024
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La responsabilidad del Gobierno nacional en la Villa La Cava
El Gobierno nacional anunció la urbanización total de La Cava para 2008. Solo se construyó el 35 por ciento de las obras. ¿Qué pasa con la obra pública?. Grave
23 de octubre de 2008
Por Roberto Aguirre Blanco

Con bombos y platillos, en el salón Sur de la Casa de Gobierno en 2005, el ex presidente Néstor Kirchner junto al actual ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, firmaron el esperado anunció de la urbanización completa de la Villa La Cava, una de las más grandes del país.

El proyecto, muy esperado, junto a otros similares en sectores estratégicos del conurbano bonaerense tenía un plazo y una fecha de finalización: diciembre de 2008.

El plan incluía nuevas viviendas, tendido de servicios esenciales, apertura de calles y el desalojo de toda vivienda precaria del barrio que tiene según un último censo del Indec de hace dos años más de 13.000 habitantes.

En octubre de 2005, semanas antes de las elecciones legislativas se hizo acto simbólico en el lugar con la presencia del entonces presidente Kirchner, en los tiempos además, no solo de campaña sino de seducción a los denominados radicales K, entre los que estaban el intendente Posse.

Un año después, a toda pompa, se inauguraron una centena de casas, ubicadas todas ellas en la periferia del barrio, pero ese día el santacruceño no llegó al acto –lo suspendió a último momento—a raíz de cierto clima “hostil”, en marco de una interna entre punteros del barrio.

En la campaña a las presidenciales de 2007, la actual mandataria, Cristina Fernández, estuvo en San Isidro y prometió el final de las obras “en tiempo y forma” cuando ya el atraso de las mismas era notorio.

Según informa el portal adnnoticias.com, a mes y medio de la fecha original de entrega de todo el plan, de las 1880 viviendas solo se han construido el 35 por ciento, no se hizo ninguna en el corazón de la villa que sigue como un impenetrable y las que ya están habitadas –todos en los sectores externos de la villa—no poseen aun ni tendido de gas ni agua potable tal cual se le había prometido.

El municipio tiene a su cargo la adjudicación de las obras y una parte del presupuesto de las obras que debe salir de su arcas, pero el grueso de la inversión viene del gobierno nacional que aportó originalmente 500 millones de pesos para urbanizar una decena de villas del Gran Buenos Aires, ninguna de ellas está completada.

En ese marco, muchos habitantes de La Cava que trabajan en las redes sociales que están tejidas para mejorar las condiciones del barrio, pidieron que estas obras se terminen y se pueda cumplir la promesa política para si poder “mejorar la calidad de vida” de los habitantes de la zona.

“Acá hay mucha gente que trabaja y no delinque. Pero mientras no podamos urbanizar, generar contenciones sociales como escuelas, clubes y mejor la calidad de la salud, nada de esto podrá cambiar”, dijo un vecino de la Villa.

Si bien plantearon que a nivel salud y escuelas el municipio tiene una importante presencia, señalaron que “los punteros políticos siguen funcionando y canjeando bolsas de alimentos por un voto. A alguien no le sirve que esto cambie”.

Estas obras que iban a cambiar el estilo de vida de los habitantes de las villas, pero, como dice la canción de León Gieco.

“Las dulces promesas sufren, el viejo pretexto, mañana se darán, porque ahora no hay tiempo. Todo se posterga dice la historia”.