Néstor Manuel Hernandorena, un ex arquero del fútbol profesional, fue encontrado asesinado de un escopetazo en la cabeza en su casa de la localidad de General Pacheco y los investigadores creen que el móvil del crimen está relacionado al robo de una escritura, único elemento faltante del domicilio, informaron fuentes policiales.

Un jefe policial descartó que el crimen esté vinculado a un hecho de inseguridad o un asalto al voleo y explicó que el robo de la escritura como móvil del crimen es la línea investigativa más firme.

La misma fuente comentó que "ya hay sospechosos" y que en las próximas horas puede haber allanamientos.

El hecho fue descubierto ayer en una casa situada en la calle Olazábal al 500 de esa localidad del partido de Tigre, donde los vecinos se quejaban de los olores nauseabundos que emanaban del domicilio y llamaron a la policía.

La propiedad pertenecía Hernandorena (64), conocido por su pasado como arquero en clubes como Temperley, Tigre, Huracán y Sarmiento de Junín, quien hacía varios días no había sido visto por los vecinos.

Efectivos de la comisaría de Don Torcuato arribaron al lugar y con el permiso de un familiar de Hernandorena que vive en la planta superior, ingresaron al domicilio y encontraron el cadáver.

El ex arquero fue hallado en un baño con una lesión en la cabeza y, si bien en principio se creyó que podía ser un golpe, 0los forenses encontraron perdigones, por lo que la víctima fue asesinada de un disparo de escopeta o pistolón.

El forense que concurrió a la escena del crimen encontró signos de arrastre del cadáver, por lo que los investigadores creen que Hernandorena fue asesinado en el living de la casa y luego trasladado al baño.

Las fuentes explicaron que los olores nauseabundos se debían a la descomposición del cadáver, que de acuerdo a los forenses tenía una data de muerte de varios días.

La policía no encontró en la casa signos de violencia o elementos desordenados, pero sí descubrió que lo único que se llevó el o los asesinos es la escritura de la propiedad.

Los pesquisas interrogaron a los familiares que vivían arriba y, según fuentes policiales, ellos explicaron que estaban enemistados y que por eso nunca se preocuparon por dónde estaba Hernandorena.

El crimen del arquero es investigado por detectives de la Subdelegación de Investigaciones y una Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Tigre.