Colón venció a Racing en el Cilindro en un encuentro que fue parejo y que terminó de definirse gracias a la contundencia de los santafesinos, quienes aprovecharon al máximo los errores del rival.

Fue 2-0 en Avellaneda, un resultado que dejó muy bien parado al Sabalero, que demostró que está en un gran momento y que superó definitivamente la crisis del principio del campeonato.

La Academia tuvo unos primeros 20 minutos a toda máquina. La sociedad formada entre Moralez y Lucero mostró su mejor versión, y el regreso de Zuculini en el mediocampo le aportó al equipo mucho despliegue y juego a un toque. La más clara la tuvo Maxi, quien quedó mano a mano con Pozo y definió de manera displicente porque creyó que estaba en offside (de hecho lo estaba, pero el asistente de Alejandro Sabino no lo había marcado).

Por su parte, el Sabalero mostró poco y nada. En el mediocampo nadie se hizo cargo de la creación de fútbol y, de esta manera, tanto Fuertes como Rubén Ramírez quedaron aislados del circuito de juego. Casi todas las situaciones de riesgo que generaron los de Mohamed fueron a través de jugadas de pelota parada, que siempre encontraron a un sólido Migliore en el arco.

En el complemento comenzó el show de Fuertes. El delantero se las arregló para complicar en todo momento a la defensa rival, generó faltas cerca del área, aguantó la pelota y sirvió como referente de ataque para sus compañeros. A los 9, el Bichi abrió el marcador tras un centro atrás de Ramírez y le dio el primer golpe a Racing, que lo sintió y mucho.

La respuesta de La Academia fue tibia. El ingreso de Caballero en el ataque le dio al conjunto de Llop algo más de presencia en el área rival, aunque a los de Avellaneda les siguió faltando claridad en el último toque. Pozo, una de las figuras de la noche, le sacó el empate a Caballero con una respuesta a puro reflejo.

Luego, un error de Migliore terminó de definir el juego: el arquero, quien había contenido sin problemas un disparo de Capurro, sacó e hizo rebotar el balón en la cabeza de Fuertes. No lo podía creer nadie, ni el Bichi ni los jugadores de Racing, que no encontraron caminos para torcer la historia. De esta manera, el Sabalero alcanzó las cinco fechas sin conocer la derrota y sumó tres puntos vitales en la lucha por el descenso.