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20 de abril de 2024
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La "Tigresa" rugió más fuerte y detuvo a la "Locomotora"
En una pelea muy pareja, Marcela "La Tigresa" Acuña derrotó a Alejandra Oliveras y unificó la corona de los super gallos. El Luna Park repleto. Se viene la revancha
5 de diciembre de 2008
Por Roberto Aguirre Blanco

Por muy poco, por el canto de una uña esculpida. Por una caída que le provocó en la quinta vuelta, la formoseña Marcela "Tigresa" Acuña le ganó por puntos a Alejandra Oliveras y se apoderó del título mundial de los Super Gallo de la Asociación Mundial de Boxeo y el Consejo Mundial.

La Tigresa ganó por falló unánime y demostró que su experiencia y capacidad boxística pudo más la potencia de Oliveras, quien hizo un gran combate y se ganó el derecho a la revancha.

En el Luna hubo perfume de mujer. Y, la noche soñada por las damas y jamás pensada por los puristas machistas de este deporte, llegó un día de diciembre de 2008.

El combate más esperado por las dos reinas argentinas del mundo pugilístico femenino no defraudó y dejó la sensación que el duelo puede convertirse en un clásico. Tiemblan los recuerdos de Gática-Prada.

En la previa se anticipaba que la experiencia y mejor capacidad de boxeo de la "Tigresa" le daban a la formoseña cierta ventaja, pero en las primeras cuatro vueltas, la "Locomotora" Oliveras, hizo un excelente planteo.

Se apoderó del medio del ring, de las acciones, y sin perder el control intentó mandar en la pelea ante una "Tigresa" que estuvo muy contenida.

En realidad, fue un plan de pelea. Dejarla desgastarse a Oliveras que ya se sabe se resiente en los combates de largo aliento.

Sin embargo, un excelente cross de derecha en el quinto asaltó tiró a la lona a Oliveras y la dejó muy golpeada en una acción en donde la campana la salvó del nocaut.

En los rounds siguientes, se soltó Acuña y demostró su gran experiencia para sacar ventajas en las tarjetas, aunque no de una manera amplia, como algunos análisis previos imaginaban.

En las dos vueltas finales, ya jugada, Oliveras volvió a la acción y dejó, en especial en los dos minutos de cierre, una mejor imagen.

Las tarjetas, dos con cuatro puntos y la tercera con uno a favor de "Tigresa" marcaron la unanimidad de la decisión y lo parejo del trámite del combate.

Sin dudas esa caída de la quinta vuelta fue la clave para definir el combate, además de una larga inactividad de Oliveras que se denotó en el ring.

El mítico Luna Park estuvo repleto como en sus mejores noches, con famosos, y deportistas, con gradas completas y mucho olor de guantes perfumados.

La noche fue de las chicas, que ya tienen sed de revancha y en un negocio que vende, la gente quiere más de este nuevo clásico del boxeo argentino.