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23 de abril de 2024
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Polémico documental sobre un suicidio asistido de alto impacto
En Gran Bretaña emiten el material donde un hombre casi paralizado ingiere un cóctel mortal de somníferos y muere. Críticas de organizaciones humanitarias
10 de diciembre de 2008
La muerte real llega a la televisión e impacta.

Por una pajita rosa, Craig Ewert ingiere el cóctel mortal de somníferos.

Luego, muerde el interruptor que 45 minutos después desconectará la respiración artificial.

El hombre de 59 años no puede usar sus manos para activar el botón, porque éstas están paralizadas. Tan paralizadas como pronto podría estarlo todo el cuerpo.

Pero el ex profesor quería ahorrarse a sí mismo y a su familia la tortura de la enfermedad neuronal degenerativa incurable.

Delante de la cámara, recibe asistencia para su suicidio en una clínica de la controvertida organización Dignitas. Se despide de su mujer Mary y luego surten efecto los medicamentos que ingirió. Ewert muere, pero la cámara sigue grabando.

Toda esta escena y el padecimiento de Ewert que se quitó la vida en septiembre de 2006, se verá esta noche, en el documental que emitirá la televisión británica.

En abril de 2006, el profesor de informática jubilado, que residía en Harrogate, en el noreste de Inglaterra, recibió el diagnóstico demoledor.

Una enfermedad mortal paralizaría todo su cuerpo. En el transcurso de entre dos y cinco años moriría, le advirtieron los médicos.

Pero la enfermedad evolucionó más rápido de lo temido. En pocos meses, el profesor de nacionalidad estadounidense estaba en silla de ruedas y ya no podía respirar por sí mismo, no podía mover sus brazos y tenía que ser alimentado por otros. Por eso, el padre de dos hijos se decidió por el suicidio asistido con la organización Dignitas, que el año pasado ayudó a 141 personas a quitarse la vida.

Con el sello del Oscar. El hombre permitió a un equipo de cámaras del ganador de un Oscar John Zaritsky grabar sus últimas horas en la clínica de Zúrich en septiembre de 2006.

En horario de máxima audiencia, el documental "Right to die" (Derecho a morir), será visto por millones de telespectadores.

"Si quedara completamente paralizado, sólo sería una tumba viviente que recibiría alimentación por una manguera hasta el estómago", dijo Ewert antes del suicidio delante de la cámara. "Si no lo hago ahora, me decido por sufrir, por reforzar el sufrimiento de mi familia y por morir de una manera claramente más dolorosa".

En 2004, la misma situación que padecería dos años después Ewert, fue reflejada en el cine con la película española "Mar adentro", del director Alejandro Amenábar.