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18 de abril de 2024
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Hubo 1.500.000 afectados por el paro en subtes y por piquetes
Una interna gremial terminó por desatar el caos en ese servicio indispensable. A esto se sumaron diversos piquetes para convertir a Buenos Aires en un hervidero
12 de diciembre de 2008
Un millón y medio de pasajeros debieron viajar mal por una pelea gremial que paralizó buena parte del funcionamiento del subte.

Los delegados confirmaron un paro en rechazo de las elecciones que se hicieron en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para renovar la comisión interna.

La tensión comenzó bien temprano. Pasadas las 6 de la mañana se interrumpió el servicio en la línea C, en la cabecera Constitución. La Guardia de Infantería ingresó a la estación para intentar garantizar el servicio. En tanto, en la Línea B también hubo problemas desde temprano, con algunas discusiones e incidentes entre los delegados de esa línea y de la UTA que se presentaron en la estación Federico Lacroze.

Los delegados de la línea H responden a la conducción del gremio. Los de las líneas A, B, C, D, E y Premetro, en cambio, están enfrentados con la UTA, sindicato al que acusan de responder a Metrovías. Y convocaron al paro porque afirman que las elecciones son "ilegítimas".

El paro en los subtes, los cortes y las marchas colapsaron tránsito y accesos de la Ciudad.

Además, piquetes y marchas en pleno microcentro hicieron imposible circular con normalidad. Miles de automovilistas están varados en las calles y avenidas.

El tránsito fue un desastre debido a una marcha que desde distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires avanzaba hacia la Plaza de Mayo, con cortes en la zona de Once, Congreso y 9 de Julio a lo largo de la avenida Rivadavia; y en la avenida 9 de Julio desde Corrientes hasta Independencia, en la hora pico del regreso.

La marcha contra el hambre del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo y la Central de Trabajadores Argentinos salió más temprano desde el Parque Rivadavia y avanzaba por Rivadavia a contramano hacia la Plaza de Mayo.

La avenida 9 de Julio estaba colapsada en la mano hacia Constitución, con demoras de hasta 40 minutos para subir a la autopista 25 de Mayo, con micros estacionados en doble fila desde Belgrano hasta San Juan.

En la mano hacia el corredor norte para salir de la Capital Federal, las demoras se hacían sentir desde Córdoba hasta el Obelisco, mientras que se congestionaban también los desvíos alternativos, tanto en el bajo porteño como Callao hacia Libertador, que a su vez estaba muy cargada hacia el norte.

Los grupos de manifestantes se agrupaban en distintas esquinas sobre la 9 de Julio, para agruparse en Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen, para marchar desde allí hacia la Plaza de Mayo.

Todas la avenidas y calles de la zona céntrica de Buenos Aires estaban congestionados, con miles de autos que intentaban salir del centro de la Capital Federal.

En tanto, la zona de River, un vallado policial restringía en forma total la circulación por Figueroa Alcorta desde Udaondo hasta Monroe, y por Udaondo desde Cantilo hasta Libertador, debido al recital de Los Fabulosos Cadillac en el estadio Monumental.

EN lo que respecta al subte, Metrovías había anunciado que los trenes circularían con un cronograma de emergencia que se realizará "priorizando la seguridad de sus empleados y los usuarios". La empresa se declaró ajena a "una interna sindical".

Y afirmó que hizo "presentaciones ante las autoridades" para evitar "la injustificada medida de fuerza anunciada por un grupo de delegados y así garantizar la prestación del servicio".

El Ministerio de Trabajo calificó a la medida como "injustificada e ilegítima". Y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, advirtió que el Gobierno recurrirá a las fuerzas de seguridad para impedir que los delegados se tiren en las vías. Mientras, el Gobierno porteño dispuso el libre estacionamiento en la Ciudad.

"Este paro no es por una pelea interna -aseguró delegado Carlos Taborda-. La gran mayoría de los trabajadores nos eligió a nosotros como delegados. Y ahora, para una nueva comisión interna, la UTA llamó a una elección a la que no nos presentamos porque no respeta el convenio colectivo de trabajo".

Según Taborda, el convenio dice que los delegados se eligen por línea, pero el gremio quiere elegirlos por sector. Así, en la misma línea va a haber un solo delegado para los boleteros, otro para el personal que va en las formaciones y así sucesivamente. ¿Por qué? "La empresa hizo un acuerdo con la burocracia sindical para imponer delegados que les respondan. Todo con la complicidad del Ministerio de Trabajo, que podría levantar las elecciones pero hasta ahora no intervino", sostuvo Taborda.

"La ley permite que haya delegados por sectores -afirmó Roberto Fernández, secretario general de la UTA-. Si en un lugar hay más de 20 trabajadores se puede poner a un delegado. La discusión debe hacerse en el Ministerio de Trabajo. No es necesario tomar como rehenes a los usuarios y trabajadores".

Ayer, Trabajo sacó un comunicado avalando las elecciones de la UTA: "No se acreditaron irregularidades, tornando injustificada e ilegítima la postura de quienes pretenden privar a miles de ciudadanos del servicio. Exhortamos a los trabajadores y a la empresa, para que actúen responsablemente brindando el servicio en forma normal".