La polémica siempre quedó planteada. ¿ El ex presidente Juan Domingo Perón era de Boca ? ¿era de Racing ? o como dicen muchos historiadores, ¿simpatizaba con los �xeneizes� pero no era tan fanático del fútbol como si lo era por el boxeo y el automovilismo?.

Los dirigentes de Racing, entre ellos el peronista Luis Cereijo, integrante del gobierno del general no dudó en bautizar el octubre de 1950 el nuevo estadio de La Academia con el nombre del líder del movimiento justicialista.

Desde ese momento, a pesar de los avatares de la política doméstica, el encantador estadio de la ciudad de Avelleneda, sin dudas uno de los mejores de la Argentina, fue sede de grandes jornadas deportivas nacionales.

En ese escenario, Boca Juniors festejó dos títulos locales que son difíciles de borrar en la memoria colectiva de los hinchas.

El primero sin dudas, es una página inolvidable para Boca y fue cuando derrotó a River Plate 1 a 0, en la final del Torneo Nacional de ese año.

Fue la primera final jugada entre Boca y River en una cancha neutral y significó un gran triunfo para el equipo de La Ribera que por entonces dirigía Juan Carlos Lorenzo.

Fue el día del golazo de tiro libre convertido por Rubén �Chapa� Suñé que sorprendió a Ubaldo Fillol y significó una nueva vuelta olímpica �xeneize�.

Dos décadas después, en 2003, en ese mismo estadio, Boca festejó el logro del Torneo Apertura 2003 cuando dos fechas antes del final del certamen venció a Arsenal 2 a 1 y se consagró campeón, con ocho puntos de diferencia sobre San Lorenzo.

Fue el último título local ganado por Carlos Bianchi en el club de La Ribera y una alegría anticipada a la Copa Intercontinental que obtendría quince días después.

La vuelta olímpica fue en el Cilindro porque en ese estadio jugaba de local el club de Sarandí.

Sin embargo, la cancha de La Academia también tiene una historia para contar donde el protagonista es el club menos fuerte y la sorpresa de una final.

En el Torneo Metropolitano de 1969 allí se consagró Chacarita Juniors, un club de origen barrial con más historias de pelear por mantenerse en la categoría que títulos, y que en esa oportunidad revirtió la apuesta y se codeó con los grandes.

En aquel julio del 69, el �Funebrero� dio su única vuelta olímpica en la primera división al vencer al poderoso River Plate 4 a 2, en el choque decisivo del certamen de la AFA.

Una sola vez Boca dio una vuelta olímpica ante Tigre, fue en el torneo de 1954 cuando derrotó en La Bombonera al �Matador� 1 a 0 y logró la séptima estrella de su historia, en la última fecha de ese certamen, en pleno auge del segundo gobierno peronista.

El ex presidente Perón siempre pregonó la justicia social, el triunfo de los más humildes sobre los poderosos, en el fútbol, esa idea a veces choca con la realidad.

Este martes en el estadio Presidente Perón se puede ampliar la ventaja de los poderosos (Boca) o emparejar la historia con los humildes (Tigre).

¿El peronista Sergio Massa tendrá el celular del líder para volcar la historia a favor de su corazón tigrense?.