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20 de abril de 2024
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El 2008 concluye con matanza en Gaza: más de 200 muertos
Israel lanzó más de 50 misiles contra varios complejos del grupo extremista Hamas, cuyos dirigentes llamaron a sus combatientes a "responder a la masacre"
27 de diciembre de 2008
Si alguna esperanza quedaba de alcanzar la paz en Medio Oriente, ha quedado sepultada por mucho tiempo.

Israel bombardeó objetivos de Hamas en la franja de Gaza y causó más de 200 muertos y de 300 heridos, en represalia a los disparos de cohetes desde este territorio palestino controlado por el movimiento islamista.

Esta operación, uno de los ataques más sangrientos lanzados por Israel contra los palestinos desde hace décadas, comenzó a las 11H30 (09H30 GMT) cuando unos sesenta aparatos israelíes bombardearon unos 50 blancos del movimientos islamista, principalmente el cuartel general de la policía en Gaza y varios campamentos de entrenamiento.

La mayoría de las víctimas son policías de Hamas, aseguraron fuentes hospitalarias y policiales palestinas.

"Al menos 205 palestinos murieron y unos 300 resultaron heridos", dijo el doctor Moawiya Hassanein, jefe de los servicios de emergencia de Gaza.

Con anterioridad diversos responsables palestinos dieron cuenta de 195 muertos y más de 300 heridos.

El balance es provisorio porque los ataques aéreos continuaban de forma esporádica.

Los dirigentes israelíes habían amenazado con una operación de envergadura en Gaza tras la expiración, el 19 de diciembre, de una tregua de seis meses negociada con la mediación de Egipto.

"La operación seguirá y se intensificará mientras sea necesario", declaró el sábado el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, en una conferencia de prensa.

"La lucha será difícil y larga. Pero ha llegado la hora de actuar y de combatir", agregó.

La respuesta palestina no se hizo esperar. Unos 30 cohetes, de los que una decena eran de largo alcance, y un obús de mortero fueron disparados, según la policía palestina.

Uno de los cohetes mató a una civil israelí en Netivot y causó cuatro heridos en esta localidad del sur del país, según los servicios de urgencia israelíes.

Otros alcanzaron las ciudades meridionales de Sderot y de Ashkelon, sin causar víctimas.

El general Tawfik Jaber, jefe de la policía de Hamas, murió en los ataques que apuntaron principalmente al cuartel general de la policía de Hamas en la ciudad de Gaza, según el portavoz de esta fuerza, Islam Shawan.

Según él, más de un centenar de policías figuran entre los muertos. Añadió que en el norte de la franja de Gaza resultó completamente destruido un campamento de entrenamiento militar de Hamas.

Al hospital Al Chifa de Gaza llegaban cuerpos despedazados y heridos en medio de una total confusión, mientras centenares de familiares acudían a identificar a un muerto o a buscar un pariente desaparecido.

Los cuerpos se amontonaban sobre el suelo del servicio de urgencias y en los pasillos. Los heridos gritaban. Los médicos y enfermeros no daban abasto y corrían en todas las direcciones.

Hamas llamó a su brazo armado, las brigadas Ezzedin al Kassam, a "recurrir a todos los medios para no dejar descansar a los sionistas". Los combatientes palestinos advirtieron a los israelíes de que "preparasen las mortajas".

En el plano diplomático, el presidente palestino Mahmud Abas, a quien Hamas arrebató el control de Gaza por la fuerza en junio de 2007, anunció "contactos urgentes con varios países árabes y otros para detener la agresión cobarde y las matanzas en la franja de Gaza".

En la localidad cisjordana de Ramala, el gobierno palestino anunció que se habían establecido contactos para tratar de reunir de urgencia al Consejo de Seguridad de la ONU.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó al "cese inmediato de la violencia", en un comunicado.

Desde Londres el representante del Cuarteto para Oriente Medio, Tony Blair, dijo que los disparos de cohetes palestinos contra Israel y los ataques aéreos del ejército hebreo en la franja de Gaza deben cesar "de inmediato".

La Unión Europea, Francia y Moscú llamaron igualmente al fin "inmediato" de la violencia, mientras que Estados Unidos pidió a Israel que evite víctimas civiles durante su operación militar.

Entretanto, la canciller israelí, Tzipi Livni, reunió a sus colaboradores para lanzar una campaña de información internacional a fin de explicar la decisión de atacar a Hamas.

Egipto condenó los bombardeos y anunció la apertura del paso fronterizo de Rafah para permitir la evacuación de los heridos palestinos.