16 de abril de 2024
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Israel rechaza una tregua y refuerza ataque sobre Gaza
"No hay espacio para un cese del fuego", afirmó el ministro del Interior israelí. Ya hay más de 360 muertos y es inminente una incursión terrestre. Mal fin de año
30 de diciembre de 2008
Los cuatro días de feroces ataques dejaron ya más de 360 muertos palestinos y 1.700 heridos, entre ellos una importante cantidad de civiles.
Tras mantener un encuentro con el presidente Shimon Peres, el premier Ehud Olmert afirmó que la operación está aun en "la primera de varias fases ya aprobadas por el gabinete de seguridad".
Anuncio que hace presagiar que lo peor todavía no llegó, sobre todo si se tiene en cuenta que unos 6.500 soldados y cientos de tanques se encuentran a la espera de una orden para dar inicio a una incursión terrestre.
"No hay espacio para un cese del fuego", disparó el ministro del Interior israelí, Meir Sheetrit, quien dio por tierra con esperanzas trasnochadas de regreso a la tregua que mantuvieron con el grupo islámico durante seis meses y que se rompió el pasado 19.
El recrudecimiento del conflicto arrancó el sábado, con los bombardeos sobre la Franja que dejaron, sólo en ese día, la mayor cantidad de víctimas en una sola jornada desde la guerra de 1967.
"El gobierno está determinado a terminar con la amenaza (de los misiles palestinos) en el sur. Por eso el Ejército no debe detener el operativo sin haber acabado con la voluntad de los palestinos, de Hamas, de continuar atacando Israel", se endureció Sheetrit. En tanto, el viceministro de Defensa, Matan Vilnay, aseguró que el país "está preparado para prolongar su acción por semanas".
Por otra parte, la marina israelí obligó a retornar a aguas internacionales al barco "Dignity", que llegaba a la zona cargado de víveres que forman parte de la ayuda humanitaria dispuesta para la población que sufre el conflicto.
En lo que va del día, al menos 10 palestinos murieron por los 20 ataques aéreos lanzados sobre unos 30 objetivos de Hamas, entre los que se cuentan edificios del gobierno, un campo de entrenamiento y una fábrica de armas, entre otros.
La respuesta del grupo islamista llegó con varios misiles lanzados sobre ciudades israelíes, que dejaron –desde el sábado- cinco víctimas fatales.