Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
28 de marzo de 2024
Seguinos en
Matan a barra de Boca
En un confuso episodio, en Temperley, fue asesinado un integrante de la barrabrava de Boca, de 30 años. Dicen que fue un ajuste de cuentas
26 de enero de 2009
Un integrante de la hinchada de Boca Juniors, señalado por fuentes policiales como barrabrava, fue asesinado a balazos, delante de su esposa e hijos, al intentar resistirse a un asalto en su casa de la localidad bonaerense de Temperley.

La policía identificó a la víctima como Cristian Adrián Vargas Ponce, de 30 años.

El hecho ocurrió durante la madrugada en la casa ubicada en la calle Casal, casi esquina Calderón de La Barca, en la zona sur del conurbano bonaerense.

Fuentes policiales informaron a la agencia DYN que el hecho se inició en la madrugada de ayer cuando Vargas Ponce se movilizaba en su auto por Calderón de la Barca, en Temperley, y al detenerse en un semáforo fue sorprendido por cuatro ladrones que abordaron el vehículo y lo obligaron a llevarlos a su casa.

Según los informantes, Ponce, ya en su casa, intentó resistirse y fue baleado a quemarropa.

Los ladrones, tras los disparos, huyeron en otro vehículo que los esperaba en las inmediaciones de la casa.

Vargas Ponce, herido en la espalda y el abdomen, fue trasladado al Hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora, donde murió cuando era asistido.

Ezequiel Ponce, padre de la víctima, contó en diálogo con Radio Mitre parte de lo sucedido y desestimó la posibilidad de que el crimen tenga que ver con una interna en la barra brava de Boca.

Sin embargo, también manifestó la cercanía de su hijo con el sector de Marcelo Aravena, uno de los máximos referentes de "La 12".

Sin embargo, el padre relató también que uno de los asaltantes, en el interior de la casa de Vargas Ponce, dijo "nosotros no somos chorros" y que durante el episodio uno de los tres delincuentes dejó, "como un mensaje", un chaleco antibalas y una remera de la policía bonaerense.

Estos datos, según Ezequiel, fueron suministrados por su nieto, de 13 años, quien vio todo lo sucedido.