Argentina y Uruguay presentaron oficialmente sus diferencias ante la OEA, a raíz de los conflictos generados por la instalación de dos plantas de celulosa en la ciudad de Fray Bentos.

El cruce entre ambos países en el organismo con sede en Washington estuvo protagonizado por el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, y el embajador argentino ante la OEA, Rodolfo Gil.

Gargano se quejó por el "gravísimo perjuicio" que, según denunció, ocasionó para Uruguay el corte del Puente General San Martín, que une Gualeguaychú con Fray Bentos, y criticó al Gobierno nacional por no detener los "piquetes".

"No es creíble que no tienen los recursos necesarios para evitar que esto suceda", destacó.

Asimismo, Gargano ratificó que "las plantas se van a instalar" y que funcionarán con la última tecnología disponible en el sector.

A su vez, durante la reunión del organismo registrada en la víspera, Gil confirmó que la Argentina "decidió presentar el caso en el Tribunal Internacional de La Haya ante la negativa de Uruguay de emprender un diálogo constructivo" y responder a las peticiones del Gobierno sobre garantías medioambientales.

Gargano, en tanto, afirmó además que Uruguay perdió 400 millones de dólares por los bloqueos de rutas y, si bien la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú levantó el corte el martes último, hizo hincapié en que no existe garantía de que las protestas no volverán a repetirse.

A su vez, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, propuso el estudio e implementación de mecanismos de solución de controversias en el organismo que encabeza, para ayudar a los problemas bilaterales.