El regreso del campo a la protesta ya tiene fecha: durante la tercera semana de febrero los productores dejarán de vender granos y ganado por 3 o 4 días.

Por su parte, los dirigentes de la Mesa de Enlace se reunirán el jueves próximo para ultimar detalles. Pero una gran cantidad de asambleas de productores que reclaman este paro, los presiona y les deja muy poco margen para esquivar esta escalada. Prometen, sin embargo, no quemar las naves: las acciones serán graduales y evitarán los tan temidos cortes de ruta.

En las últimas horas, Mario Llambías y Eduardo Buzzi, de CRA y Federación Agraria, participaron de varias reuniones en el interior y el malhumor reinante los convenció de que el campo "deberá mostrar los dientes antes de lo previsto", según el diario Clarín.

Los dirigentes querían llegar a marzo en paz, pero la presión de los chacareros, muchos embanderados con Alfredo de Angeli, de la Federación Agraria de Entre Ríos, apura ahora los tiempos.

La semana que viene se sucederán las reuniones en cada una de las entidades de la Mesa de Enlace. Y el jueves, Buzzi y Llambías se verán las caras con Hugo Biolcati (Sociedad Rural) y Carlos Garetto (Coninagro) para definir los pasos del bloque. Estos dos últimas entidades avalarán la medida de fuerza, aunque pedirán que se eviten cortes de ruta que incluso podrían perjudicar a los productores necesitados de mover ganado o forrajes por la dura sequía.

Así, varias fuentes consultadas por Clarín daban ayer por seguro un cese de ventas de granos y hacienda para faena. Ocuparía parte de la semana que inicia el lunes 16. Y concluiría con un acto el viernes 20, en el marco de la Fiesta Nacional del Trigo que se realiza en la cordobesa Leones, sobre la ruta 9.

Con esta estrategia --un paro corto, que no afecte a los consumidores--, las entidades pretenden mostrar su malestar con la política oficial para el sector, pero a la vez evitarían caer en la emboscada de ir a un conflicto que los separe del resto de la sociedad que empieza sufrir los efectos de la peor crisis internacional desde 1930. Los ruralistas sostienen que el Gobierno posee una postura inflexible para discutir sobre retenciones, la ayuda por sequía y la política ganadera y "busca forzar una reacción desmedida de los chacareros, para así quitar legitimar sus reclamos ante los ojos de la opinión pública".

Los ruralistas creen que existe una estrategia oficial bifronte. Así, por ejemplo, mientras ayer la subsecretaria de Agricultura, Carla Campos Bilbao, afirmó que "la solución a la sequía debe surgir de una mesa de diálogo", el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, continúa repartiendo ayuda entre productores por fuera de carriles institucionales.

Frente a esa presunta trampa, la "gradualidad" será la receta del bloque agropecuario. Luego del paro, se realizará una masiva reunión de productores en la muestra Expoagro, el sábado 7 de marzo. Y para una semana después, el sábado 14, se planea un acto en Córdoba Capital, en el que se esperan de 20 a 30.000 personas. Para llegar a esa cifra, los ruralistas confían contar en apoyo de sectores políticos opositores y de obreros de las agroindustrias del interior. Coincidiría con el inicio, un año atrás, del conflicto por la Resolución 125.