Susana Giménez: “Sé que todo el país piensa como yo” - Asteriscos.Tv
Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
29 de marzo de 2024
Seguinos en
Susana Giménez: “Sé que todo el país piensa como yo”
La diva reiteró que el Gobierno debe actuar con el tema de la inseguridad. “El paco está matando a una generación de chicos”, dijo. Susana: ¿la voz de la gente?
28 de febrero de 2009
Por Roberto Aguirre Blanco

No habían pasado ni 12 horas de su impronta mediática, donde la diva, quebrada por la muerte de uno de sus empleados más entrañables, disparó declaraciones muy fuertes contra los gobernantes y la ola de inseguridad que vive la Argentina desde hace varios años.

“Todo el país piensa igual que yo”, sentenció Susana Giménez durante una conferencia de prensa que brindó en San Juan donde llegó invitada de honor de la “Fiesta del Sol” que se realiza en la capital de esa provincia.

Muy a pesar de las autoridades locales que soñaban con preguntas livianas para promocionar el evento, el centro del encuentro con la prensa volvió a girar sobre el asesinato de su colaborador y la inseguridad como tema central.

La animadora reiteró que “la madres de las villas saben muy bien donde se vende el paco” y sentenció que las autoridades “políticas, judiciales y policiales saben donde está y no hacen nada”.

Luego de las declaraciones en la puerta de su casa de Barrio parque en la noche del viernes, Susana aclaró que nunca pidió “la perna de muerte” porque es “católica” pero dijo que el que “mata salvajemente no puede ser que este un mes detenido y salga porque es menor de edad”.

“Hay mucho salvajismo. Te roban y con eso pareciera que no alcanza. Te matan con sadismo, gratuitamente. Eso hay que terminar. Basta de la excusa de que son memores. Deben pagar. El que mata tiene que morir, al menos en su vida social”, señalò.

La actriz planteó que el paco está “matando a una generación de adolescentes y nadie hace nada, pareciera que buscaran que eso suceda”.

“Las muertes gratuitas que todos los días vivimos si son delitos de lesa humanidad”.

Reiteró que hablaba como una “persona común” que también sufre de cerca y está expuesta a la ola de inseguridad que los dirigentes se niegan a aceptar que existe.

“Yo no puedo hacer nada, más que esto, hablar y decir lo que piensan la mayoría de los argentinos”, disparó.

Contó que recibió decenas de llamados de amigos y conocidos y negó haber recibido un llamado de laguna autoridad nacional. “No, no llamaron”.

La diva, a partir de estas declaraciones y del compromiso que tomó por el golpe que recibió con su colaborador se convirtió en la voz de una sociedad que grita y siente que nadie la escucha.

En ese mismo contexto, dijo que no tenía “miedo” pero que vivía con un “coche blindado” por la inseguridad que viven la mayoría de los argentinos.

Luego dijo que su colaborador, Gustavo Lanzavecchia, de 32 años y asesinado en su casa en un confuso episodio de robo en Lomas del mirador, era “una persona muy importante en su vida”.

De hecho, en su último programa de 2008, ella le dedicó palabras muy afectuosas cuando la producción reunió sus afectos para homenajearla.

La diva, desde hace un tiempo a esta parte, en su programa de Telefé asumió el rol de no callarse lo que piensa sobre el tema de la seguridad y hasta contó en su living con la madre de un adolescente rescatado del paco.

A pesar de la sonrisa forzada del gobernador José Luis Gioja, un mandatario del grupo de los “ultra kirchneristas”, sentado a su lado con sonrisa incòmoda y al esfuerzo del moderador por desviar las preguntas hacía la Fiesta del Sol, Susana descargó sus dardos son anestesia.

Ante otra consulta de un medio venezolano en la conferencia que le acercó el deseo del presidente Hugo Chávez para recibirla en ese país, Susana hizo una mueca y descartó el convite.

“Amo al pueblo de Venezuela, allí hice mucho de mi carrera desde que era modelo, pero tengo amigos que la pasan muy mal con el gobierno de Chávez y no pienso ir para allá. No estaría cómoda”, aclarò.

Susana Giménez, por suerte, políticamente incorrecta.