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28 de marzo de 2024
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Cristina: silencio sobre el tema granos y críticas al campo
La presidenta hizo más balance que anuncios. Se quejó por el rechazo de la 125. Nada sobre regulación de granos. Presentará la Ley de Radiodifusión
1 de marzo de 2009
La presidenta Cristina Kirchner cargó contra el rechazo de la resolución 125 que no aprobó el Congreso sobre las retenciones móviles y planteó que si estuviera vigente sería beneficiosa.

“Si hoy la resolución 125 estuviera vigente, hagan cuentas de cómo estarían. Las alícuotas de los derechos de exportaciones serían inferiores a las actuales", dijo ante la Asamblea Legislativa.

Luego elevó una critica la sector agropecuario, sin mencionarlo, y les pidió “colaboración” a los sectores “que tuvieron una renta extraordinaria” en los últimos años.

“Necesitamos buenos empresarios, buenos comerciantes, buenos productores, para que entiendan que es necesario apuntalar este esfuerzo que hemos hecho los argentino y que es beneficiosos para todos", dijo.

Sin embargo, la expectativa creada en las últimas horas sobre un proyecto de regulación de los granos por parte del Estado, pero durante los 77 minutos de discurso, nunca la presidenta hizo alguna mención sobre esta versión.

Si bien habló de “nuevos instrumentos” de la Economía, nunca habló del tema, y tras el acto tampoco funcionario alguno (ministros o legisladores de peso) definieron el tema y solo se refirieron a proyectos en las comisiones y de parte de la oposición.

“Está en la tapa de Radiolandia 2000”, ironizó el ministro Aníbal Fernández al referirse a la versión sobre la creación de un Ente regulador para la exportación de granos.

Con un discurso sin lectura, pero nada improvisado, la jefa de estado hizo un balance de los logros de su gestión en 2008, se adentró en la crisis económica internacional y rebatió críticas a su gestión con fuerte datos estadísticos de la economía nacional.

En el momento de la mención a la resolución 125, el ambiente se lleno de suspenso y las miradas se centraron en la presidenta y el vice, Julio Cobos sentado a su izquierda, a quien Kirchner nunca miró en la sesión, mientras si lo hizo, en apoyo a algunas definiciones, con Eduardo Fellner, ubicado a la derecha.

En ese momento, luego de un aplauso acogedor de los legisladores oficialistas, puso en su boca una definición de su esposa, Néstor Kirchner, y advirtió que si no se hacen las cosas bien se estará frente al “año más difícil en los últimos 100 años”.

Sin dudas, el gran anuncio –casi unitario—fue la determinación del Poder Ejecutivo de enviar durante este período el retrasado proyecto de Ley de Radiodifusión, una “deuda de la Democracia”.

La idea es encontrar un nuevo instrumento que se adapte a los cambios tecnológicos, que evite el monopolio y derogue la actual norma dictada por la Dictadura militar.

Durante su exposición la presidenta recibió 34 aplausos, siete menos que en 2008, y sin dudas el que muto de apoyo a sus palabras a ovación fue el recuerdo de la aprobación a la movilidad jubilatoria.

Lamentablemente no hubo ninguna referencia a la seguridad, un tema que a la sociedad cada día preocupa más y si una defensa a la política de derechos humanos.

También se metió en las discusiones salariales de los docentes y allí hubo un golpe directo (sin mención) al jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri.

“No es sensato y justo que mucha dirigencia que sostiene que no puede pagar más a los docentes sea más benevolente con los que más tienen y no con los maestros".

En otro tramo, la presidenta hizo un pedido de “unidad” y reclamó “calidad institucional ".

“Eso no significa que los opositores voten o piensen igual que el gobierno nacional, sino que respalden aquellas cosas que mejoran la situación".

"Cuando lleguemos a eso alcanzaremos la verdadera calidad institucional", dijo Cristina, quien adelantó que el gobierno continuará adoptando medidas "proactivas".

Luego de terminar el discurso, la primera mandataria se retiro rápidamente y dejó atrás a Cobos, mientras a su lado se ubicó estratégicamente José Pampuro.

En la puerta del Congreso, beso en la mejilla a Fellner y Pampuro, y otro apretón de manos frío a Cobos, para luego perderse entre la gente que la esperaba para saludarla.