San Lorenzo pegó primero, y lo hizo dos veces, porque a los 27 segundos una escapada de Bergessio por izquierda, terminó con un centro atrás que cayó en los pies de Santana, que literalmente fusiló a Ojeda.

La defensa de River se "durmió" en el primer ataque azulgrana, y tampoco evidenció demasiada reacción en los minutos posteriores a la conquista.

Es que una falta contra Torres en la puerta del área se convirtió en el segundo gol de San Lorenzo desde la precisa -y preciosa- pegada de Adrián González, que hizo estéril la volada de Ojeda, quien sólo pudo ver cómo el balón ingresó al ángulo superior derecho.

Cuando River intentaba hacer pie, San Lorenzo llegó al tercer gol, luego que Botinelli tomara un rebote en el área y venciera a Ojeda con un zurdazo violento.

River, de la mano de Augusto Fernández, fue emparejando el trámite del encuentro y llegó al descuento con un remate de Buonanotte desde afuera del área que Orión no pudo retener.

Pero más allá de la leve mejora, San Lorenzo siempre estuvo latente para poder volver al gol, y una escapada de Bergessio por derecha terminó en el cuarto gol azulgrana. Todo en el primer tiempo.

En el complemento, estaba todo tranquilo hasta que San Lorenzo aprovechó otro error de River para aumentar.

A los 12, Ojeda despejó corto un centro y Bergessio se la bajó a Silvera, quien decretó el quinto.

Los ingresos de Cristian Fabbiani, Gallardo y Rodrigo Archubi no funcionaron en un River abatido e impotente. San Lorenzo trató de asegurar la pelota y cuando podía salir de contra para convertir algún tanto más.

La goleada del conjunto de Boedo se basó en dos pilares: Bottinelli fue el dueño del fondo y sacó todos los centros y Bergessio resultó el más desequilibrante en ataque.