Tal como ocurrió hace una semana, la antesala de la nueva cita ente el Gobierno y el campo aparece dominada por las críticas y advertencias del agro, sobre todo por las dudas que genera la posible intervención estatal en el comercio de granos y el creciente malestar en las bases.

Antes de reunirse en la sede de Coninagro para terminar de delinear la posición conjunta que llevarán al encuentro con la ministra de la Producción, Débora Giorgi, los líderes de la Comisión de Enlace intentaron marcar la cancha del debate.

"Si podemos salir con soluciones concretas, la gente las va a recibir bien. Pero si no, las cosas van a ir complicándose cada vez más. El margen es hoy", sentenció el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

Además de exigir "precisiones" sobre la iniciativa para controlar el control de granos, reclamó en lo que coinciden todas las entidades: el dirigente cuestionó la reticencia oficial a discutir las retenciones y reclamó que el Gobierno concrete las medidas ya anunciadas.

"No vamos a resignar nuestros reclamos ni vamos a aceptar que se los relacione con las demandas de los docentes, como el otro día quiso hacer la Presidenta. Es una lástima que ocupe tiempo en tratar de herirnos en lugar de buscar soluciones", se quejó.Aludió así al vínculo elíptico trazado por Cristina Kirchner el domingo ante la Asamblea Legislativa entre la recaudación por retenciones y el dinero que el Estado puede destinar al pago de eventuales aumentos salariales para los maestros.

Por otra parte, reconoció que Federación Agraria tiene "diferencias históricas" con la Sociedad Rural respecto de una eventual intervención en el mercado granario, aunque intentó ubicarlas en segundo plano.

"Las diferentas históricas existen. Es un dato innegable de la realidad. ¿Por qué no tener un instrumento desde el que el Estado defienda el precio que obtienen los productores? No hay que confundir Estado con gobierno. El problema es que mucha gente no le tiene confianza a este Gobierno", planteó Buzzi.

El presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, por su parte, pidió no "desviar" la discusión."Por ahora todo esto [por la posible participacióndel Estado en el comercio de Granos] es pura versión. Hay que ver si no estamos ante una cortina de humo para disimular los temas acuciantes. Queremos discutir los problemas del productor hoy, aquí y ahora", destacó.

En este contexto, al igual que Buzzi, reclamó que la Casa Rosada avance con medidas ya anunciadas. "Estamos cansados de anuncios acumulados que nunca entran en vigencia", planteó molesto.

Carlos Garetto, titular de Coninagro, en tanto, cuestionó la oportunidad para poner sobre la mesa la discusión por el control del comercio de granos.

"Es un tema demasiado serio que el Gobierno tiene que analizar en profundidad, no sólo políticamente, sino también técnicamente. De cualquier forma, un momento conflictivo como este no es oportunidad para plantearlo", advirtió el dirigente.

Enseguida, añadió que la "discusión seria" que exigen los ruralistas deberá incluir al Congreso y planteó: "No se puede estar cambiando las reglas de juego todos los días".

En tanto, en línea con Buzzi, alertó sobre el aumento del malestar en las bases. "Hay una indignación muy grande y el riesgo de contagio al resto de la cadena afectada más allá de los productores es cada vez más grande", indicó.No obstante, aclaró que la Comisión de Enlace "no acepta" los cortes de ruta como forma de protesta.

Antes de ingresar al encuentro con los ruralista, Mario Llambías, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), manifestó su preocupación e incertidumbre frente a los "temas que se van a tratar".Sin embargo, advirtió también que "si las cosas se complican, de acá un tiempo subirá la tensión".

De todos modos, rechazó la posibilidad de levantarse de la mesa de negociaciones si no hay soluciones hoy. "Nosotros tardamos mucho tiempo para que el Gobierno nos abra la puerta", sostuvo.

De hecho, grupos de ruralistas esperan el resultado del encuentro a la vera de las rutas en distintos puntos de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa. "Ahora se empiezan a contar los porotos, y cuando los chacareros vean que no pueden pagar lo que deben, se van a enardecer los ánimos", deslizaron desde las entidades.

El proyecto de intervención en el mercado de comercialización de granos, que en un principio trascendió que consistía en la instalación de un monopolio estatal, ahora se presenta como una idea que podría ser más admisible para el campo. Ayer, en la Casa Rosada, se hablaba de un ente estatal no monopólico que intervendría en el comercio de trigo y maíz, y que alcanzaría también a la leche y la carne. Bajo control del Poder Ejecutivo, tendría un consejo asesor con participación de los productores.

Un ente de esas características es el que viene reclamando desde hace años la Federación Agraria Argentina (FAA), por lo que voceros del ruralismo consideran que el proyecto es un intento del Gobierno de abrir una brecha en la Comisión de Enlace.