Esta noche se celebrará en Retiro un nuevo día de San Patricio, el patrono de los irlandeses. Para evitar accidentes, el Gobierno porteño reforzará los controles de alcoholemia, con 12 puestos que trabajarán entre las 19 y las 6 de la mañana.

Según informaron en el ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad, en cada puesto habrá entre dos o tres agentes del Cuerpo de Tránsito, más efectivos de Policía Federal y supervisores.

A los conductores que excedan los 0,5 miligramos de alcohol por litro de sangre (el límite tolerado que marca la ley) se les quitará el auto, que será removido con una de las cinco grúas que llevará el Gobierno porteño. Además, los automovilistas recibirán una multa en dinero y perderá diez de los veinte puntos de su registro, en el marco del scoring, según supo el diario Clarín.

La tradición cuenta que San Patricio nació en Escocia y vivió entre los años 373 a 493. A los 16 años fue capturado por piratas, que lo mantuvieron como esclavo durante seis años. Logró escapar, y desde entonces se dedicó a predicar el catolicismo en Irlanda.

Por eso, y como sucede en los últimos años, la zona de los pubs de Retiro, principalmente la esquina de Reconquista y Marcelo T. de Alvear, será el epicentro de los festejos, y la mayoría de la gente llevará alguna prenda de vestir verde, el color tradicional de Irlanda.

A partir de las 18, y hasta el fin de la celebración, tres calles quedarán cortadas: Reconquista entre Rojas y Tres Sargentos, Marcelo T. de Alvear entre Leandro N. Alem y San Martín, y Paraguay, entre L.N. Alem y San Martín.

Como es tradicional, la fiesta se celebrará con litros de cerveza. Por eso, más allá de los controles del Gobierno, algunos de los pubs de la zona instalaron máquinas que miden la alcoholemia: hay que poner un peso y soplar: un visor revela el nivel de alcohol en sangre.

Además, la Comuna reforzará la limpieza en las calles: colocaron diez contenedores en las esquinas de la zona.