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25 de abril de 2024
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Fuerte baja del superávit fiscal
El alza en el gasto y la menor recaudación complican las cuentas. El Gobierno minimizó la caída. En febrero cayó un 50% y se estancó en 1.603 millones
20 de marzo de 2009
La caída en la recaudación y el crecimiento de los gastos volvieron a erosionar de manera significativa las cuentas públicas el mes pasado. Según números difundidos por el Ministerio de Economía, el superávit fiscal primario fue en febrero de 1603 millones de pesos, un 50% menos que en el mismo mes del año pasado, cuando se registraron 3178,9 millones.

Los aumentos en los haberes jubilatorios, las obras públicas, las transferencias a las provincias y los subsidios al transporte -a pesar de los aumentos tarifarios recientes en trenes, colectivos y subterráneos- fueron algunos de los sectores en que se vislumbran incrementos. El gasto primario subió, según las cifras difundidas ayer por el Gobierno, 3638 millones de pesos en 12 meses: se ubicó en 16.099 millones. Los ingresos, en tanto, crecieron menos, 2063 millones, y alcanzaron los 17.703 millones.

La situación se explica por el colapso internacional, pero también por la crisis local, que empezó a principios del año pasado con el conflicto agropecuario. El superávit fiscal primario es una variable decisiva para que el país pueda afrontar los vencimientos de la deuda pública, en momentos en que tiene completamente cerrados los mercados voluntarios para emitir bonos y acceder a financiamiento.

"No es 2008. Estamos en 2009 y en un contexto internacional totalmente distinto", explicó el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, durante una conferencia de prensa en que expuso los números. "Estamos en una situación especial, pero lo que sostiene este Gobierno es que mantendrá la prudencia fiscal. Seamos realistas, todos los días se están modificando los números para abajo", dijo el secretario, según el diario la Nación.

En el futuro, los resultados fiscales del Gobierno podrían verse afectados también por la decisión de coparticipar las retenciones a las exportaciones con las provincias, medida que fue anunciada ayer por la presidenta Cristina Kirchner en la quinta de Olivos y que tendrá para el Estado un costo de 1776 millones de dólares.

Esto fue negado ayer por Pezoa. "Lo anunciado no afecta en absoluto el desenvolvimiento de las metas fiscales de 2009", sostuvo, e intentó restarles dramatismo a las circunstancias: "Nosotros no estamos en un pozo, mantenemos la conducta fiscal y la Argentina se mantiene en un crecimiento razonable". Aun así, el secretario de Hacienda reconoció que las metas fiscales fijadas en el presupuesto podrían no cumplirse como consecuencia del cambio de escenario mundial.

"No son gastos excesivos, como lo quieren mostrar algunos, sino gastos productivos", defendió, y agregó que "no puede haber problemas de endeudamiento".

Rodrigo Benítez, economista de la consultora Alpha, tampoco se sorprendió por los datos difundidos. "Esta caída era esperable por el deterioro que hubo en la recaudación -dijo a LA NACION-. Hay menos inflación, menos ingresos en retenciones por la baja en los precios de las materias primas en el mundo y menor nivel de actividad en el país". Benítez cree que, incluso, el alza en el gasto primario fue "normal" en relación con lo que ocurría durante febrero del año pasado, cuando se expandía a un ritmo del 40 por ciento.

La explicación gubernamental para la reducción del superávit fiscal fue difundida ayer, con los números, en un comunicado adjunto. "La variación interanual del gasto primario se destaca el crecimiento en el gasto de capital, por las mayores erogaciones en programas de vivienda, obras viales y de las empresas Enarsa, para la construcción de centrales termoeléctricas; NASA, principalmente para la terminación de la Central Nuclear Atucha II, y Aysa, para la construcción de plantas potabilizadoras y programas de mejoras de agua potable", decía el texto.