Cabrera firmó este sábado una tarjeta con 69 golpes, tres bajo el par de la cancha, y alcanzó la marca de 205 (-11) unidades para quedar en la punta junto al estadounidense Kenny Perry.

Hoy se jugará la cuarta y última vuelta del certamen.

"Empecé mal la ronda, con un bogey, pero por suerte me recuperé pronto", dijo Cabrera en declaraciones a la agencia dpa. "Creo que hubo un momento clave de la vuelta y ese fue el par que saqué en el hoyo 9. Siempre digo que la tercera ronda es la más difícil y yo la jugué bien. Ahora sólo resta esperar lo que suceda mañana (por hoy), pero yo me siento confiado y creo que voy a ganarlo".

Respecto al Masters de 1968 que Roberto de Vicenzo perdió por firmar mal la tarjeta, dijo: "Yo no viví ese momento. Lo lamento mucho por Roberto. Ahora estamos en 2009 y sólo espero poder ganar el campeonato".

En Oakmont, cuando Cabrera ganó el US Open, lo hizo viniendo de atrás. Aquí, en cambio, arrancará en la punta del certamen la ronda final.

"En el US Open jugué muy mal la tercera ronda y por eso quedé relegado y gané de arremetida. Acá jugué bien la tercera ronda y esa es la diferencia. Me da lo mismo estar arriba o abajo. Para ganar hay que hacerlo desde donde a uno le toque. Lo importante es estar preparado para eso", indicó.

Tras su triunfo en el US Open, Cabrera dijo que él fumaba mientras jugaba y que otros, en lugar de hacer lo mismo, iban al psicólogo.

Sin embargo, su situación cambió desde hace un año a esta parte: "Ahora no fumo, ni voy al psicólogo. Me siento bien conmigo mismo y disfruto mucho jugando al golf".

Respecto a lo que hará esta noche antes de su ronda final, Cabrera expresó: "Voy a hacer la vida normal que hago siempre. Voy a cocinar y luego me iré a dormir. No pienso que lidero el Masters. Estoy muy tranquilo".