Tom Hanks, ganador del Oscar por Philadelphia y Forrest Gump, es un caballero con mayúsculas y uno de los peso pesado de Hollywood.

Durante la filmación de Angeles y Demonios en Roma, le tocó vivir un episodio que lo pinta de cuerpo entero.

Estaba filmando en la Basílica de Santa María de los Angeles y de los Mártires cuando ocurrió algo increíble.

El mismo lo cuenta: "Recuerdo que había sido una larga jornada de trabajo y de repente aparecieron la novia y su padre, a pie, porque la limusina no había podido dejarlos en la puerta. 'Ellos merecen una entrada triunfal', pensé, y ahí fui a ayudar", contó Hanks, quien ingresó de la mano de la novia y sosteniéndole el vestido.

"Ninguno de nosotros olvidará jamás ese hermoso momento", dijo el actor, casado con la también actriz Rita Wilson desde hace 20 años.

Un hombre de película.