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25 de abril de 2024
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Gran Cuñado: cuando reírse de los políticos da buen rating
A siete semanas de las elecciones las parodias de todos los políticos argentinos desfilaron por el programa más visto de la televisión. Tinelli feliz
12 de mayo de 2009
Por Roberto Aguirre Blanco

Si hay que reírse de algo, que sea de los políticos de la Argentina.

Esa pareció ser la pauta que disparó Marcelo Tinelli con la presentación del esperado segmento de humor de “Showmatch” que comenzó en la noche del lunes por Canal 13.

La expectativa generada en los días previos se cumplió con el importante rating que logró el producto de Ideas del Sur, que tuvo picos de 36 puntos y duplicó la audiencia de su competidor “Caiga Quién Caiga”.

La línea de Tinelli fue muy clara: “Ellos deciden tu destino, ahora es el turno de que vos elijas quién merece irse”. Y, tras cartón (y, no pintado) temblaron los despachos oficiales y los bunker de los políticos ante esta compulsa mediática en el programa más popular de la TV de aire.

Serán 19 postulantes que al estilo del “Gran Hermano” ingresan a la casa, en este caso del “Gran Cuñado”, para jugar el juego que menos quieren los hombres de la política vernácula: que se los desnude con su tics y sus contradicciones más notorias.

Si realmente existieron los llamados telefónicos a Tinelli desde la Casa Rosada y desde Olivos para proteger a los funcionarios oficiales de esta “pìcadora de carne” de humor, la comunicación sufrió problemas de conexión porque el primer invitado, “Néstor”, se llevó los primeros premios de caricatura casi chaplinesca.

Tinelli no dejó pasar la ironía sobre la presentación de Kirchner la semana pasada en Telefé. Le recordó el bajo rating y la posibilidad de que allí lo vean “millones de personas” bajo la consigna de “todo vale en el show”.

Junto a la del personaje de “Mauricio” ganador, al igual que Macri en 2005 del último “Gran Cuñado", fueron los segmentos de presentaciones de más tiempo y juego con Tinelli, quien disfrutó del momento al igual que las novedades del minuto a minuto del rating.

En un orden que deja a las claras la primera mirada de importancia que marca el ciclo, el tercero en llegar a la casa fue el vicepresidente “Julio César Cleto”, muy bien caracterizado por José María Listorti, y que sacó a luz los tics expresados por Cobos en la noche del voto “no positivo” en el Senado.

Ante la pregunta del animador sobre si la presidenta Cristina lo “trata mal”, el personaje fue contundente, al negar que lo “trate mal” y afirmar que simplemente, “No me trata”.

Detrás del hombre de la oposición llegó Francisco, un De Narváez también muy bien explotado y que fue otro gran momento de la primera parte de la presentación de los participantes del juego.

Luego un desdentado Alfredo De Angeli y la presentación de la primera mujer invitada, Elisa, mientras quedó pendiente “Nacha” y la gran incógnita, si estará presente la caricatura de Cristina Kirchner.

Lilita tuvo su momento de humor al sostener desde su mirada mística: “Anoche hablé con Dios y con sus punteros, San Vicente, San Isidro, San Fernando... Me dijeron que estaba todo bien".

Aún restan muchos más participantes de este juego reality que tendrá un fuerte componente de testeo de popularidad con los votos para sacar a los personajes de la casa y que se deberá hacer, como en todo ciclo de concurso, con un 0-810 y mensajes de texto.

Muchos especulan con un boca de urna desde la pantalla de Canal 13 cada lunes y martes, cuando el ciclo de “Gran Cuñado” este en el aire, en una revalorización del humor político en la TV.

La propuesta de Tinelli es clara y como parte del humor popular no le escapó a la tendencia de moda y desde la presentación marcó el territorio.

En un clip de presentación con pingüinos, una frase en off definió el estilo: “Había una vez un país donde una pareja de pingüinos comandaba a millones de pingüinos, pero lo que nunca imaginaron es que un día los iban a encerrar a todos juntos dentro de una misma casa".

Aquí no se salva nadie, sólo lo salva la gente.