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Argentina lo vivió intensamente
La primera jornada de la Copa Davis en el flamante estadio de Villa Soldati tuvo todos los condimentos de una fiesta albiceleste. Si hasta estuvo el Diego
22 de septiembre de 2006
Por Diego Provenzano (Especial para Asteriscos.Tv)

Todos los condimentos del buen ser humano argentino se vieron en la primera jornada de la Copa Davis, disputada en el flamante estadio del Parque Presidente Julio Argentino Roca. Este día del nuevo centro del tenis nacional estuvo enmarcado por los cánticos de fútbol, las banderas provinciales y la infaltable presencia de Diego Maradona.

De esta manera, el pequeño grupo de australianos que se ubicó en uno de los laterales de la impresionante cancha central, tuvo en pocas horas, una lección más que suficiente para conocer cómo se vive en la Argentina.

Bien temprano por la mañana, cuando los espectadores comenzaban a llegar al predio ubicado en Villa Soldati, un piquete en la intersección de las avenidas Cruz y Escalada, hizo que tengan que desviar su ruta.

La precaria situación de los vecinos de la zona, que ayer habían chocado con la Policía Federal, fue la razón por la que obstaculizaron el ingreso más rápido al centro deportivo.

A media mañana, una densa columna de humo espeso llegó al estadio, y desde el palco de prensa, se pudo observar que partía desde una casilla que estaba incendiándose, justamente en el lugar de los incidentes.

Los problemas sociales de la Argentina volvieron a decir presentes, exhibiéndose en un espectáculo de gran interés cultural, que acaparó la atención de 14 mil fanáticos.

Pero esos fanáticos, en su matoría, pertenecían a otra clase socio-económica, algo que se veía reflejado en los innumerables stands que uno se encontraba en el camino a las tribunas.

Y justo en ese instante de acomodarse en la butaca verde o blanca, una demostración de sentimiento, propia de las zonas más bajas de nuestra sociedad.

Gente que deja todo por seguir a un equipo, y que lo refleja en cada una de las banderas que cuelgan de los parantes que hacen las veces de baranda en las escaleras.

Ushuaia, Casilda, Lobería, Rafaela y los nombres de otra veintena de ciudades, en algunos casos desconocidas para la gran mayoría, podían leerse en una rápida recorrida visual.

Y allí, como uno más, figuras destacadas del ambiente artístico, deportivo y cultural, encabezados por dos emblemas argentinos.

Por el fútbol, Diego Armando Maradona, con su camiseta albiceleste y el 10 estampado en la espalda, saludando a la gente y agradeciendo cada vez que alguien coreaba su nombre.

Y en representación del deporte convocante a estas jornadas llegó Guillermo Vilas, que se cansó de firmar autógrafos y saludar amigos.

Además, entre el público se pudo ver al entrenador Carlos Bianchi, aquel que tenía el "celular de Dios"; el actor Ricardo Darín; la modelo Valeria Mazza; el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman; y el empresario Fernando Marín, ex gerenciador de Racing Club.

El termómetro fue un constante cambio durante toda la jornada, y no sólo climáticamente hablando, ya que cuando más frío se puso, la temperatura máxima estaba dentro de la cancha.

Un primer día que no pudo ser completo, pero que mañana espera redondear un paso más hacia la Ensaladera de Plata...