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28 de marzo de 2024
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El fiscal de Nueva York que causa terror en Wall Street
Su popularidad está en ascenso en la arena política y ya causa pánico en banqueros. Investigó los salarios y bonos de quienes quebraron las instituciones financieras
18 de mayo de 2009
Andrew Cuomo, el fiscal general del estado de Nueva York, se ha ganado la reputación de ser el flagelo de Wall Street y se montó a una oleada de resentimiento popular contra los excesos del sector financiero que podría llevarlo a ocupar la mansión del gobernador el año próximo.

En las últimas semanas Cuomo, que tiene 51 años, raramente estuvo alejado de los titulares mientras sacaba a la luz el tema de las enormes bonificaciones que recibieron los ejecutivos de las entidades financieras en problemas y ponía en la mira las íntimas relaciones entre el dinero y la política de Nueva York.

El mes pasado, el fiscal reveló que su investigación se había extendido a Washington y a la intervención del gobierno en la adquisición de Merrill Lynch, el banco de inversión en dificultades, por parte de Bank of America (BofA).

En una carta que Cuomo dirigió a los supervisores legislativos, respaldada por páginas de transcripciones, se dice que Henry Paulson, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, y Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, habían presionado a la gerencia de BofA para que no dieran marcha atrás con la operación pese a que crecían las pérdidas no reveladas de Merrill.

Sus opositores políticos acusan a Cuomo de blandir exhortos, autos de acusación y órdenes judiciales para explotar la ira pública contra Wall Street y reforzar su intento por superar al gobernador David Paterson en las elecciones primaria del Partido Demócrata. Paterson registra niveles de popularidad muy bajos tras aumentar los impuestos y reducir los servicios para equilibrar el presupuesto estatal.

Sin embargo, según fuentes cercanas al fiscal general, Cuomo simplemente está evidenciando su característica tenacidad a la hora de perseguir los grupos de interés.

“Una vez que huele el rastro, no hay forma de pararlo. Es un cruzado que no hace concesiones y que ahora tiene poder para ordenar a la gente que comparezca o presente documentación. Ha demostrado que no tiene miedo de meterse con el presidente de la Fed, cosa que en Estados Unidos es vista como el equivalente a caminar sobre el agua”, le dijo un ex colega de Cuomo al Financial Times.

Las encuestas de opinión indican que si la primaria entre Paterson y Cuomo se realizara mañana, el fiscal general ganaría con dos tercios de los votos. Paterson ha confirmado que competirá para retener la gobernación, y Rudy Giuliani, el ex alcalde de Nueva York, también está probando el terreno con vistas a recuperar la gobernación para los republicanos.

Los observadores políticos dudan de que Cuomo decida competir a menos que Paterson se baje de la candidatura. Este ex vicegobernador afroamericano, que es ciego, fue catapultado al cargo principal luego de que la carrera de Eliot Spitzer, su predecesor, se desplomara el año pasado tras un escándalo ligado a la prostitución

Cuomo buscó la gobernación en 2002 –cuando desafió a H. Carl McCall, el afroamericano que finalmente resultó el nominado del Partido Demócrata– para ocupar el puesto que su padre, Mario Cuomo, mantuvo durante 12 años. Eventualmente decidió salir de una carrera que le costó un nivel considerable de apoyo entre las minorías y dañó su reputación como defensor de los intereses de los pobres.

Por ahora Cuomo ha dicho que está satisfecho con la posibilidad de competir por otro período como fiscal general, aunque algunos observadores consideran que, aparte de la gobernación, podría tener en vista un puesto en el gabinete, en Washington o, en el más largo plazo, en la Casa Blanca. En el pasado actuó como secretario de Vivienda en el gobierno de Bill Clinton, puesto en el que este ex defensor de los sin techo lanzó una campaña contra la pobreza.

Sus investigaciones más recientes sobre el sistema previsional del estado derivaron en una prohibición de actuar para los agentes que recibían comisiones, cuyo monto no se ha revelado, de los fondos de private equity que buscaban inversiones de fondos públicos de jubilaciones y pensiones.

Previamente Cuomo convenció a los ejecutivos del rescatado gigante asegurador AIG de devolver las bonificaciones que habían recibido, amenazándolos con nombrarlos y avergonzarlos públicamente.

Su campaña data de los comienzos de la crisis del crédito, cuando amplió una investigación sobre Fannie Mae y Freddie Mac, los dos más grande proveedores de hipotecas de Estados Unidos, y comenzó a indagar a los bancos de inversión sobre su participación en el mercado hipotecario de alto riesgo o subprime, informó eld iario El Cronista.