Al menos cuatro soldados británicos habrían muerto cuando el helicóptero militar en el que viajaban se estrelló en una zona residencial de Basora, al sur de Irak.

En el lugar de la caída se produjeron disturbios cuando cientos de iraquíes se acercaron para atacar el vehículo con piedras y bombas incendiarias.

Según el jefe de la policía iraquí, Mushtag Jazim, el helicóptero habría sido derribado por un misil o un cohete y se estrelló contra una vivienda en Basora, cuyos habitantes resultaron ilesos.

Pese a que las muertes aún no fueron confirmadas por las autoridades británicas, voceros de la Defensa Civil de Basora, encargada de apagar el incendio del vehículo al caerse, precisaron que vieron cuatro cadáveres en el interior del aparato, supuestamente de militares británicos.