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20 de abril de 2024
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"Estoy en manos del Señor"
Lo reconoció Sandro al hablar por primera vez luego de la operación a la que fue sometido y mientras espera el doble trasplante. Se lo confesó a Susana Giménez por TV
2 de agosto de 2009
Sandro habló por primera vez luego de la riesgosa operación a la que fue sometido.

Aprovechó para agradecerle a Susana Giménez el que le haya dedicado un programa. Sin perder el buen humor, relató además cómo es su estado de salud.

“El domingo pasado no podía hablar porque no estaba del todo bien de la garganta. Los tubos y respiradores te dejan la garganta mal”, dijo Sandro a la popular estrella de la televisión.

Aprovechó el espacio para agradecer por las cadenas de oración y a los médicos que lo trataron.

“Ellos intervinieron en esta operación difícil, más que un trasplante. De muy alto riesgo”, explicó.

Respecto del doble trasplante al que debe ser sometido, bromeó y dijo que lo “tienen que cambiar de maceta”.

En tono más serio, dijo que debe “ingresar nuevamente en la lista del Incucai y esperar a que aparezca el donante”.

“Estoy en manos del Señor, quiero agradecerle al Señor y a la Virgen que hayan estado en el quirófano”, expresó y contó además que antes de entrar a la operación pensó: “Roguemos para que les ilumine las manos a todos ustedes para que lleguemos a un final feliz”.

Aún internado, mencionó que la recuperación “va de primera” y que no necesita asistencia respiratoria.

Agregó que pasa el día jugando a las cartas con su mujer, Olga: “Al chin chon, que es el juego de los políticos...Uno espera, el otro afana”.

Por otro lado, Sandro aprovechó “para agradecer públicamente por primera vez a un cantante que es uno de los pocos que saben cantar en la Argentina. Me hizo un tema. Hugo Marcel”.

En su diálogo con Susana, no quiso dejar pasar la oportunidad para mostrarse contento por la recuperación de Charly García: “Espero que esté muy bien, con todo su talento. Ahora es una persona, antes tenía menos carne que una bicicleta”.

Se despidió con su estilo romántico ante una Susana feliz: “Tengo un beso encadenado entre los labios y la llave de ese beso está en tu boca".